Claudia Sheinbaum se convierte en la primera mujer en liderar México tras su contundente victoria electoral. Con la promesa de continuar las políticas de su antecesor, enfrentará importantes desafíos, como la violencia y la desigualdad.
Este martes, tras cuatro meses después de su victoria electoral, Claudia Sheinbaum asume la presidencia de México, haciendo historia como la primera mujer en liderar el país en más de dos siglos de independencia.
Con un amplio respaldo electoral en las elecciones de junio, la científica ambiental y exjefa de gobierno de Ciudad de México llega al poder con la promesa de dar continuidad a las políticas de su predecesor, Andrés Manuel López Obrador.
Sheinbaum, de 62 años, se identifica con la izquierda y ha basado su campaña en continuar el legado de López Obrador, a quien considera su mentor.
Ambos comparten una visión de gobierno centrada en la lucha contra la desigualdad y el fortalecimiento de los programas sociales, aunque Sheinbaum es descrita como una figura más pragmática y menos confrontativa, con un enfoque en los datos y la academia.
Durante su campaña, Sheinbaum destacó la importancia de mantener las políticas sociales y de seguridad implementadas por López Obrador.
Entre ellas, subrayó la relevancia de la Guardia Nacional y el papel de las fuerzas armadas en la lucha contra el crimen organizado, un problema que seguirá siendo uno de los principales retos de su mandato.
Además, su administración reafirmó su compromiso con los programas dirigidos a los jóvenes, con el objetivo de reducir la influencia de los cárteles en sectores vulnerables de la sociedad.
Retos clave para el gobierno de Sheinbaum
A pesar de su victoria electoral y el respaldo de su partido, Sheinbaum enfrenta desafíos significativos. La violencia, los derechos de las mujeres y la desigualdad continúan siendo temas prioritarios.
Aunque ha mostrado su apoyo a reformas constitucionales promovidas por López Obrador en las áreas judicial y militar, su postura sobre temas como el aborto y los derechos de las “madres buscadoras” fue recibida con cautela por algunos sectores.
Sheinbaum asume el liderazgo de un México profundamente dividido en lo político y golpeado por la violencia, con la expectativa de marcar una nueva era en la historia del país.
Con su investidura, México no solo verá a su primera mujer presidenta, sino también a una líder que deberá equilibrar continuidad y cambio frente a las múltiples demandas de la sociedad mexicana.
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Por otro lado, en un contexto de creciente conciencia sobre la equidad de género, Claudia Sheinbaum expresó que “es tiempo de mujeres y de transformación”.
Esta afirmación resuena especialmente en un país con un alarmante historial de discriminación y violencia de género, donde aproximadamente 10 mujeres son asesinadas diariamente.
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