Yoko, el chimpancé de 38 años fue trasladado al Santuario de Grandes Primates en Sorocaba, donde recibirá cuidados y se integrará con otros primates rescatados.
- Yoko, el último chimpancé que se encontraba en cautiverio en Colombia, fue presentado este martes al público en el Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, en el estado brasileño de São Paulo.( )
Yoko, el último chimpancé que permanecía en cautiverio en Colombia, inició un nuevo capítulo en su vida tras ser trasladado a Brasil. Este chimpancé de 38 años, que vivió gran parte de su existencia en condiciones adversas, fue presentado al público en el Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, ubicado en el estado de São Paulo.
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El traslado, realizado el pasado domingo 23 de marzo desde el Bioparque Ukumarí en la ciudad de Pereira, Colombia, tiene como principal objetivo mejorar la calidad de vida de Yoko y ofrecerle la oportunidad de integrarse a una comunidad de primates rescatados de situaciones de maltrato.
Un nuevo hogar en el Santuario de Sorocaba
El Santuario de Grandes Primates de Sorocaba, en Brasil, ha sido el lugar donde Yoko buscará encontrar su bienestar tras su vida llena de sufrimiento. Este refugio, de cinco hectáreas, alberga a más de 40 primates que han sido rescatados de diversas situaciones de abuso y explotación.

El traslado de Yoko busca que el chimpancé pueda adaptarse y convivir con estos otros primates rescatados, pero para ello deberá pasar por una cuarentena obligatoria de al menos 30 días.
Según la médica veterinaria Camila Gentile, responsable del santuario, durante este periodo Yoko será cuidadosamente monitoreado para asegurarse de que no tenga enfermedades que puedan contagiar a los demás animales. Aunque no podrá interactuar directamente con sus nuevos compañeros durante este tiempo, tendrá la oportunidad de observarlos y escuchar sus sonidos.
La humanización de Yoko será un desafió en su integración
Uno de los principales retos que enfrenta Yoko en su proceso de integración al santuario es su comportamiento altamente humanizado. A lo largo de su vida, Yoko ha aprendido a vestirse y a comer con cuchara, comportamientos poco comunes en los chimpancés.
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Este tipo de comportamientos, que demuestran su fuerte interacción con los humanos, le han dificultado la convivencia con otros primates en el pasado, como lo señala el veterinario Javier Guerrero, quien lo acompañó durante sus últimos años en Colombia.

Yoko tiene una historia dolorosa que comenzó cuando fue capturado en su hábitat natural. Fue llevado bajo la posesión de un narcotraficante, quien lo obligaba a imitar comportamientos humanos. Posteriormente, Yoko pasó a un circo en Venezuela, donde vivió bajo condiciones de explotación.
A principios de los 2000, fue rescatado y trasladado a diversas instituciones antes de llegar al Bioparque Ukumarí en Colombia, donde pasó los últimos años de su vida. Su situación se complicó en 2023 cuando dos chimpancés con los que convivía, Pancho y Chita, fueron sacrificados después de escapar del parque. Este trágico incidente llevó a la decisión de trasladar a Yoko a Brasil, en busca de una mejor calidad de vida.
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