La violencia es otro de los temas que se han disparado con el COVID-19.
Cerca de 47 millones de mujeres en el mundo se encaminan a la extrema pobreza, advirtió en una entrevista con Efe la directora ejecutiva adjunta de ONU Mujeres, Anita Bhatia, durante su primera misión internacional desde que comenzó la pandemia.
"Estamos muy preocupados por el hecho de que ha habido este impacto fuerte en la vida de las mujeres en los ingresos, en su salud y en su seguridad", manifestó la también subsecretaria general de las Naciones Unidas.
En su primera visita oficial después de casi 18 meses, la directiva de ONU Mujeres eligió Ecuador para tomarle el pulso al nuevo Gobierno de Guillermo Lasso, que asumió el 24 de mayo, del que ve un "claro compromiso con los temas importantes: género, igualdad y empoderamiento de las mujeres".
Entre ellos, consideró devastadora la pérdida de ingresos de las mujeres debido a que la pandemia ha tenido un duro impacto en los sectores donde más trabajan: "Hay casi 47 millones más de mujeres en el mundo que van a entrar en un estado de pobreza extrema".
CIFRAS INACEPTABLES DE VIOLENCIA
y llevado al secretario general de la ONU, António Guterres, a alertar que se está produciendo una "pandemia en la sombra", a la que hay que combatir, "como cualquier otra batalla, porque las cifras realmente no son aceptables".
Entre los diferentes flancos del combate por los derechos de las mujeres, Bhatia avisa de la amenaza de exclusión escolar en tiempos de crisis sanitaria al constatar que el año pasado se perdieron 11 millones de niñas del sistema formal de educación en el mundo, indicador que se traduce en que "una generación entera no va a terminar sus estudios".
"Lo más importante es saber que en un año hemos perdido en algunos casos 10 años de progresos, en otros 25 años, y necesitamos que se reconozca el tema y tomar medidas extraordinarias, porque si seguimos como hasta ahora, no vamos a poder cambiar esas cifras", aseguró.
Durante su estancia en el país andino, que cierra este sábado, Bhatia se ha reunido con el presidente ecuatoriano, y mantenido encuentros bilaterales con el canciller Mauricio Montalvo, con el ministro de Finanzas Simón Cueva, de Productividad Julio José Prado, y la Secretaria de Derechos Humanos, Bernarda Ordóñez.
Ecuador es uno de los países que se encuentra entre los primeros de la región latinoamericana en embarazos infantiles o normalización de la violencia machista, según ONU Mujeres, lacras que la alta representante urge contrarrestar mediante la implementación de acciones y leyes específicas, recursos adecuados, capacitación judicial, policial y de las propias mujeres.
"Estamos acá para apoyar al Gobierno con asistencia técnica, con capacitación y una estrategia integral violeta", apunta.
En el país 65 de cada 100 mujeres entre 15 y 49 años han vivido alguna forma de violencia en su vida, cifras que, acota, se pueden cambiar y, para ello, se debe partir de un discurso a nivel gubernamental de que eso no es aceptable, pero también se debe asumir una responsabilidad y capacidad para medir los cambios.
RESPONSABILIDAD Y MEDICIÓN DE CIFRAS
"No es suficiente con decir que vamos a cambiar, sino que tenemos que tener una manera de medirlo y difundir esas nuevas cifras al mundo", precisó la directora ejecutiva adjunta de la ONU.
El viernes visitó la Casa de la Mujer, un refugio para víctimas de violencia de género y sus hijos ubicado en el centro histórico de Quito y bajo gestión municipal: "Cuando sabemos la cantidad de violencia contra las mujeres es obvio que necesitamos muchas casas más así".
Pero en un continente que está sufriendo los embates económicos y sanitarios que deja la pandemia, reflejados en un aumento galopante de la pobreza, la alta responsable de la Organización quiere con su visita expresar a los Gobiernos que no deben bajar la guardia sobre los derechos y recursos para proteger a las mujeres.
"Es muy importante que los Gobiernos de la región tengan el género, la igualdad, los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres como algo fundamental en su plataforma" política.
Con la nueva Administración en Ecuador abordó propuestas de innovación financiera inédita, como bonos de género, que se han creado en el sector privado pero nunca emitido como soberanos.
Propuso, igualmente, compartir experiencias y buenas prácticas de otros países como India, para hacer frente a la denominada pobreza menstrual, gracias a la entrega por parte del Gobierno de insumos higiénicos para mujeres por valores irrisorios.
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