Cancilleres de Unasur vuelven a Venezuela con sombra de violencia a la vista
Retomarán este lunes su empeño por sentar en la mesa del diálogo al Gobierno y a la oposición.
Los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) retomarán este lunes su empeño por sentar en la mesa del diálogo al Gobierno y a la oposición de Venezuela, país sobre el cual planea la sombra de la violencia agravada, se alertó hoy.
"Es muy probable que venga una nueva fase de violencia selectiva y de actos terroristas que traten de generar la movilización masiva de la sociedad que no lograron por la vía de las barricadas" dijo en una entrevista dominical el ministro del Interior, Miguel Rodríguez.
El Gobierno del presidente Nicolás Maduro denuncia un intento de golpe de Estado continuado que achaca a un sector de la oposición que tilda de fascista y que en su opinión no ha recibido el repudio que se espera por parte de la MUD.
Las barricadas callejeras levantadas por opositores y el derecho a la protesta ciudadana pacífica ha recibido del Gobierno de Maduro la misma respuesta antidemocrática, según la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que aglutina a la mayoría de la oposición.
"Todo lo que ha ocurrido con las 'guarimbas' (barricadas), los muertos en ellas, la quema de universidades, de preescolares (...), todo es responsabilidad de la MUD porque (sus dirigentes) no han tenido coraje para salir a condenar la violencia", dijo ayer Maduro.
"¿Quién reprime si el 99% de las 39 muertes registradas desde el 12 de febrero pasado son a causa del accionar de grupos violentos?", complementó hoy a su vez el ministro Rodríguez.
El también general de Ejército y antiguo jefe de los organismos de inteligencia militar sostuvo en su entrevista en el canal privado Televen que en vísperas de que se cumplan dos meses del inicio de las protestas ahora "van a tratar de construir una nueva fase".
Con base en experiencias de otros países y acciones emprendidas por la oposición venezolana en 2002, 2003 y 2004 contra el entonces presidente, Hugo Chávez, el ministro insistió en que vislumbran "acciones terroristas" similares ahora contra Maduro.
"Lo que está ocurriendo ahorita obedece a un plan macabro" que busca "conducir al país a un desorden de tal magnitud que obligue una intervención extranjera e instalar aquí un gobierno títere; ese es el fin fundamental, pero vamos a derrotar esto y cualquier otra cosa que intenten contra nuestra democracia", advirtió.
El plan, añadió, busca "un pronunciamiento" contra el Gobierno de Maduro por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
"Si llegasen a forzar tanto la barra que la FANB tuviese que salir a retomar el orden del país en la calle (...) lo hará siempre para defender la Constitución y al único presidente que tiene este país que se llama Nicolás Maduro, elegido legítimamente con el voto popular", subrayó.
La MUD condimentó el escenario dominical saludando en un comunicado el regreso a Caracas de los cancilleres cuya visita, destacó, "es valiosa y será útil" si el Gobierno "se compromete sinceramente con el diálogo".
"No ignoramos las consecuencias de sus relaciones con el Gobierno venezolano y los intereses que estas pueden generar (en cada uno de los países suramericanos), pero compartimos con ellos (los cancilleres) la aspiración de una América del Sur estable, próspera y democrática", añadió el texto opositor.
Además de la Unasur, la MUD también expresó su respaldo a la posible participación del Vaticano en el diálogo político venezolano, debido a que, subrayó, su "autoridad moral y peso internacional son indiscutibles".
"Completaría la fortaleza y apuntalaría la credibilidad del diálogo a los ojos de todos los venezolanos y el mundo", destacó, y nombró expresamente la posibilidad de que participe en el diálogo venezolano el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin.
Los dirigentes de la MUD, que se reunieron con los cancilleres de la Unasur en la primera visita de estos de finales de marzo, los instaron hoy a que en los encuentros de mañana y del martes en Caracas lo hagan también con los alcaldes y gobernadores de los estados en poder de la oposición, entre ellos Henrique Capriles.
Capriles, candidato derrotado en las elecciones presidenciales que ganó Maduro hace un año, es el gobernador del céntrico estado de Miranda y como tal acusó hoy a Maduro de chantajear a su administración regional, que comprende algunas zonas de Caracas.
Maduro "dio la orden de paralizar todos los proyectos" de Miranda "sólo porque no asistí a una reunión" en la que se buscaba "lavarle la cara" al gobernante quien así "pretendía hacer creer a lo interno y al mundo que existe un proceso de diálogo" previo al que apuntala la Unasur, dijo Capriles en su artículo dominical de prensa.
"No hay nada más lejano al diálogo que todas las acciones de este Gobierno" que pretende utilizar a sus detractores democráticos, pero "no se equivoquen" que "no nos usarán para una comparsa o un show mediático, que es lo que ellos quieren", insistió.
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