163 trabajadores chinos fueron rescatados tras denuncias de tráfico internacional y explotación laboral en Bahía.
El gobierno de Brasil anunció una investigación contra el fabricante chino de autos eléctricos BYD y su subcontratista Jinjiang Open Engineering por presunto tráfico de trabajadores chinos y condiciones laborales análogas a la esclavitud moderna.
La denuncia surgió tras una inspección que identificó a 163 obreros en condiciones precarias durante la construcción de una fábrica en Camaçari, Bahía. Entre las irregularidades destacan: camas sin colchones, un baño para 31 personas, largas jornadas bajo el sol y retención de pasaportes y salarios.
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El Ministerio Público del Trabajo (MPT) de Bahía ordenó la suspensión parcial de las obras, mientras las autoridades evalúan los delitos cometidos.
En respuesta, BYD Auto do Brasil rescindió inmediatamente su contrato con Jinjiang Open Engineering y trasladó a los trabajadores afectados a hoteles temporales.
Por su parte, la subcontratista Jinjiang negó las acusaciones, calificando de "insultante" la etiqueta de esclavitud y anunció una conferencia de prensa en Brasil para esclarecer su postura.
Desde China, el Ministerio de Relaciones Exteriores declaró estar al tanto de la situación y aseguró que el país siempre exige a sus empresas cumplir con leyes laborales internacionales.
El caso ha generado un intenso debate sobre la protección de los derechos laborales en megaproyectos industriales internacionales, así como el rol de la supervisión estatal en contratos con subcontratistas extranjeros.
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