"Me duele abandonar el país (...), pero siempre estaré pendiente", dijo Morales
Bolivia buscará este martes despejar la incertidumbre en que se encuentra sumida tras la renuncia a la presidencia de Evo Morales, que partió asilado a México, mientras policías y militares intentan controlar la violencia callejera y la OEA discute la delicada crisis del país andino.
Morales renunció el domingo en medio de fuertes presiones y episodios violentos surgidos tras las polémicas elecciones del pasado 20 de octubre. La oposición intentará que el Congreso sesione este martes para nombrar a su sucesor y llenar el vacío de poder, tras la salida del país del exmandatario en la noche del lunes.
El avión militar mexicano en que viaja Morales debe llegar a primera hora del martes a México, tras partir de Chimoré, la zona de la región de Cochabamba (centro) adonde se retiró tras su renuncia y donde se forjó como sindicalista cocalero en la década de 1980 antes de convertirse en líder político.
"Hermanas y hermanos, parto rumbo a México, agradecido por el desprendimiento del gobierno de ese pueblo hermano que nos brindó asilo para cuidar nuestra vida. Me duele abandonar el país por razones políticas, pero siempre estaré pendiente. Pronto volveré con más fuerza y energía", escribió en Twitter desde el avión.
Poco después, el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, confirmó el despegue de la aeronave y aseguró que la "vida e integridad (de Morales) están a salvo".
El Senado de 36 curules, donde los seguidores de Morales son aún mayoría con 25 bancas, debe sesionar este martes para ratificar las renuncia de Morales y otros miembros del gobierno y nombrar al presidente interino de Bolivia, pero hay dudas sobre si los senadores oficialistas asistirán o no.
Jeanine Añez, segunda vicepresidenta del Senado y probable sucesora interina de Morales, anunció el lunes una próxima convocatoria a elecciones presidenciales.
"Tenemos ya un calendario. Creo que la población grita por que el 22 de enero tengamos ya un presidente electo", dijo a la prensa Añez, evocando la fecha prevista -antes de la crisis- para la toma de posesión presidencial. Ella aparece como probable reemplazante de Morales tras la dimisión de todos los que la precedían en la línea de sucesión.
- Militares a las calles -
La crisis desatada por la renuncia de Morales tras tres semanas de protestas por las cuestionadas elecciones en las que el primer mandatario indígena del país buscaba un cuarto mandato, se profundizó el lunes en medio de la incertidumbre y los actos violentos.
Grupos de descontentos desataron la violencia en Cochabamba (centro) y El Alto, ciudad vecina de La Paz, donde quemaron unidades policiales, hirieron a uniformados y civiles.
Al final del lunes, centenares de partidarios de Morales que llegaron a La Paz desde El Alto, protestaban frente a la casa de gobierno. Y el expresidente Carlos Mesa, segundo en los comicios del 20 de octubre, denunció un inminente ataque a su vivienda.
La policía de La Paz, desbordada, pidió apoyo a los militares, que respondieron al llamado y anunciaron operaciones conjuntas para contener la violencia.
- "Renuncia obligada" -
El exmandatario aymara de 60 años renunció el domingo, horas después de convocar a nuevas elecciones ante las "graves" irregularidades denunciadas por los observadores de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en los comicios del 20 de octubre.
Tras su renuncia, la policía detuvo 33 magistrados electorales por orden de la Fiscalía, que investiga irregularidades en los comicios.
Pero en una carta enviada al Congreso el lunes, dijo que la suya fue una "renuncia obligada (...) producto de un golpe de Estado político, cívico y policial".
Dimitió presionado por los militares, la policía y la oposición, que le exigieron dejar el puesto que ocupaba desde 2006 y en el que se reeligió tras sucesivas reformas constitucionales y pese a un referéndum adverso.
En Bolivia, en ausencia del presidente la Constitución establece que la sucesión recae primero en el vicepresidente, luego en el titular del Senado y después en el jefe de la Cámara de Diputados, pero todos ellos renunciaron también.
Una veintena de exfuncionarios estaban refugiados en la embajada mexicana en La Paz y al menos tres en la de Argentina.
- Discusión en la OEA -
La delicada situación del país será debatida por la OEA en una reunión especial este martes en Washington a las 20H00 GMT, anunció el organismo.
La secretaría general de la OEA rechazó "cualquier salida inconstitucional" y reclamó al Legislativo reunirse "en forma urgente" para organizar nuevos comicios.
Gobiernos de izquierda latinoamericanos, como los de México, Cuba, Venezuela y Uruguay, denunciaron un "golpe de Estado" en Bolivia.
La ONU y la Unión Europea llamaron a la "moderación" y pidieron nuevas elecciones.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, destacó en tanto la renuncia de Morales como "una fuerte señal" a los gobiernos "ilegítimos" de Nicaragua y Venezuela.
Morales dejó el poder defendiendo un legado que, según él, trajo progreso económico y social a una de las tres naciones más pobres de América Latina.
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