31 oct 2014 , 09:19

Aves, ballenas y tiburones: animales "migrantes" que claman por sus derechos

   

Quito será sede de la convención regional, donde se discutirá caza furtiva y protección de especies.

Gigantescas ballenas jorobadas, imponentes tiburones martillo y aves casi desconocidas, como la Reinita Cerúlea, son algunos ejemplos de "migrantes" del reino animal, cuyos derechos se debatirán la semana próxima en Ecuador, en una Convención de la ONU sobre especies migratorias.

 

Latinoamérica será sede, por primera vez, de la Reunión de la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención, que celebrará del 4 al 9 de noviembre su undécima sesión en Quito, donde se tratarán asuntos tan preocupantes como la caza furtiva, la protección de especies y ecosistemas y la persecución de delitos contra la fauna silvestre.

 

Hasta 21 especies de peces sierra, rayas y tiburones figuran entre las 32 que han sido propuestas para su inclusión en los apéndices de la convención. La entrada en estos catálogos posibilita una mayor protección e investigación sobre los animales seleccionados.

 

Se estudiará, además, la situación del oso polar, afectado por el deshielo ártico, y la del león africano, que también está amenazado por el deterioro de su hábitat.

 

La Reinita Cerúlea, un ave de vivos colores azulados que se cría en América del Norte y pasa el invierno en Suramérica requiere un hábitat de gran calidad, por lo que la contaminación es una amenaza a su supervivencia, dijo a Efe el subsecretario de Patrimonio Natural del Ministerio del Ambiente de Ecuador, Francisco Prieto.

 

Y es que la protección de ecosistemas es vital para la conservación de la biodiversidad, lo que ha llevado al Gobierno de Ecuador a plantear medidas en favor de los humedales alto-andinos, agregó.

 

"En estos espacios habita un sinnúmero de especies migratorias. Las más significativas son las aves, pero obviamente la importancia de una especie migratoria se fundamenta en el hecho de que encuentra casa en más de dos lugares", indicó.

 

Por eso, dijo, existe "una responsabilidad, no de un solo país", sino regional, "en proteger los ecosistemas, que son de indudable importancia para estas especies".

 

Para la ministra del Ambiente, Lorena Tapia, es muy importante fomentar la "integración regional" a la hora de determinar medidas de protección, porque "la biodiversidad trasciende fronteras" y por eso, en la medida en que se unifiquen esfuerzos "los resultados van a ser más exitosos".

 

"Compartimos ya experiencias en el caso de Colombia y Perú. Trabajamos permanentemente, así que yo veo la integración ambiental como absolutamente imprescindible de realizar, aún más cuando hablamos de especies migratorias", dijo la ministra en unas declaraciones a Efe.

 

Ecuador ha sido elegido para acoger esta cumbre por su biodiversidad y porque su Constitución consagra los derechos de la naturaleza, indicó Tapia al subrayar que este será "el evento ambiental más importante que se ha dado en Ecuador".

 

Cerca de 600 delegados de 120 países se reunirán en la conferencia, en la que se tratarán también cuestiones como el daño que los desechos marinos causan a tortugas, aves marinas y tiburones migratorios, y el impacto de los parques eólicos sobre murciélagos, aves, peces, tortugas marinas, ballenas y delfines.

 

La conservación y el aprovechamiento sostenible de recursos será tema de interés para los representantes ecuatorianos, que consideran "absolutamente viable" ese equilibrio, destacó la ministra.

 

Prieto recordó, en ese sentido, la importancia de la pesca artesanal e industrial en amplios sectores costeros ecuatorianos y defendió "el equilibrio entre conservar el recurso marino" y el "aprovechamiento sostenible" del mismo.

 

El turismo, en este contexto, tiene gran relevancia, pues justifica en buena medida políticas de protección de especies que son verdaderos atractivos para los visitantes.

 

Es el caso de la ballena jorobada que, procedente de las aguas antárticas, se desplaza desde el inicio del invierno austral hacia las costas del Pacífico ecuatoriano, explicó Prieto.

 

Allí, entre julio y septiembre, los turistas pueden disfrutar de los saltos y chapuzones propios del cortejo previo al apareamiento. Todo un reclamo turístico, además de un espectáculo para la vista. 

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