El Ejército israelí bombardea tiendas de desplazados en el hospital Mártires de al Aqsa, provocando víctimas mortales y heridos, la mayoría mujeres y niños. Las tensiones continúan en aumento mientras Gaza sigue bajo fuego.
En la madrugada del lunes, al menos ocho personas fallecieron y más de 40 resultaron heridas tras un bombardeo del Ejército israelí que impactó en tiendas de desplazados situadas dentro del hospital Mártires de al Aqsa, en el centro de la Franja de Gaza.
El Ministerio de Sanidad gazatí confirmó los detalles del ataque, señalando que la mayoría de las víctimas eran mujeres y niños. Este bombardeo se convierte en el séptimo ataque contra el mismo centro hospitalario, ubicado en la localidad de Deir al Balah.
El hospital, utilizado como refugio para desplazados internos, fue alcanzado por proyectiles que causaron incendios tanto en las tiendas de campaña como en el propio hospital.
Las autoridades médicas señalaron que, además de los fallecidos, los heridos presentan diversas afecciones, algunas de gravedad, lo que complica aún más la ya desbordada situación sanitaria en la región.
Por su parte, el Ejército israelí (IDF, por sus siglas en inglés) emitió un comunicado en el que justificaba el ataque afirmando que se trataba de una acción contra “terroristas” que, según la versión israelí, utilizaban el hospital como centro de mando para planificar y ejecutar ataques contra sus tropas.
“El hospital era utilizado por elementos de Hamás para coordinar operaciones terroristas contra Israel”, afirmó el comunicado, una acusación frecuente cuando las fuerzas israelíes atacan instalaciones civiles en Gaza.
El ataque al hospital Mártires de al Aqsa ocurrió poco después de otro bombardeo israelí sobre la escuela Mufti, ubicada en el campamento de refugiados de Nuseirat, también en el centro de Gaza. Ese ataque dejó al menos 23 muertos y decenas de heridos.
Según fuentes médicas locales, 18 cadáveres fueron trasladados al hospital Al Awada de Nuseirat, mientras que otros cinco cuerpos fueron llevados al hospital Mártires de al Aqsa.
Hamás condenó enérgicamente ambos ataques, calificándolos de “horribles masacres” y acusando a Israel de actuar con impunidad gracias al apoyo de Estados Unidos y la falta de respuesta internacional.
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En un comunicado, Hamás señaló que la guerra en Gaza, así como la reciente escalada en el sur de Líbano, se habría contenido si no fuera por este respaldo externo.
Desde el inicio de la nueva ofensiva terrestre israelí en el norte de Gaza, el pasado 6 de octubre, más de 300 personas han muerto solo en esa región, según datos proporcionados por el gobierno de Gaza, controlado por Hamás. El conflicto, que ya lleva más de un año, ha dejado un saldo devastador en la Franja de Gaza, con más de 42 200 muertos y casi 100 000 heridos, de acuerdo con las últimas cifras emitidas por el Ministerio de Sanidad gazatí.
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