Assange se niega a hablar a su llegada a Australia; su esposa pide tiempo y espacio para él
Assange aterrizó el miércoles en el aeropuerto internacional de Canberra, en un vuelo chárter, alrededor de las 19:40 hora local.
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, regresó en silencio este miércoles 26 de junio, a su natal Australia. Esto, tras acordar su libertad con la justicia estadounidense, 14 años después de la mayor filtración de documentos clasificados de EE.UU., mientras su esposa pidió "tiempo" para que "pueda hablar de nuevo".
Assange aterrizó en el aeropuerto internacional de Canberra, la capital de Australia, en un vuelo chárter alrededor de las 19:40 hora local (09:40 GMT). Fue un largo viaje que comenzó el lunes en Londres y que le llevó a realizar el martes una parada técnica en Bangkok antes de comparecer este miércoles en Islas Marianas del Norte, como parte del pacto con EE.UU.
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El activista, de 52 años, salió del jet privado enfundado en un traje oscuro, con camisa blanca y corbata, y con el puño en alto saludó con gestos a decenas de medios de comunicación y seguidores que lo aguardaban y vitoreaban.
Assange no dio declaraciones públicas
En la pista de aterrizaje se fundió en un abrazo con su esposa, Stella Assange, y su padre, John Shipton. Pero lejos de la imagen más confiada que desprendía en sus comienzos al frente de WikiLeaks, Assange mantuvo un perfil bajo y renunció a declarar durante la rueda de prensa que se había programado tras su llegada.
"Julian quería estar aquí hoy, pero me ha pedido que yo lo haga (...) Necesita tiempo, necesita recuperarse", afirmó su esposa en una pequeña sala del East Hotel de Camberra, frente al más de centenar de periodistas.
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"Os pido por favor que nos deis el espacio y la privacidad para encontrar nuestro lugar y que nuestra familia pueda ser una familia antes de que pueda hablar de nuevo, cuando él elija", pidió la esposa de Assange, añadiendo que este debía "acostumbrarse de nuevo a la libertad".
Ambos se conocieron durante la estancia de Julian Assange en la Embajada de Ecuador en Londres (2012-2019), periodo en el que tuvieron a sus dos hijos, mientras el australiano pasó los últimos cinco años en una cárcel británica.
Una larga batalla legal
La libertad de Assange fue posible tras un acuerdo con el Departamento de Justicia de EE.UU. que quedó formalizado este miércoles, durante una vista en un tribunal de Saipan, en las Islas Marianas del Norte (territorio estadounidense). Allí se declaró culpable de violar la ley de espionaje estadounidense como parte del pacto.
"Hoy celebramos la libertad de Julian (...) Pero creo que también es el día en el que esperamos que periodistas de todo el mundo se den cuenta del peligro que este caso genera", enfatizó su esposa en la rueda de prensa.
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En la misma línea, la abogada de Julian Assange, Jennifer Robinson, subrayó durante la conferencia que "desafortunadamente" el activista australiano tuvo que declararse culpable para "recuperar su libertad".
WikiLeaks se hizo mundialmente famoso en 2010 tras filtrar cientos de miles de documentos secretos o de contenido sensible que revelaron los secretos en Estados Unidos de las guerras de Irak y Afganistán, así como sobre la base de Guantánamo.
Detenido inicialmente en 2010 a instancias de Suecia por un caso de abusos, hoy archivado, Assange estaba en medio de un complejo proceso de extradición a Estados Unidos, donde había sido acusado de 18 delitos que suponían una posible pena de 170 años de prisión.
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