Ninguno de los oficiales tuvo tiempo de sacar su armas y quizá ni siquiera pudieron ver a su agresor
Dos agentes de la Policía de Nueva York fueron asesinados a balazos el sábado a plena luz del día, cuando estaban sentados en su coche patrulla, por un hombre que luego se suicidó, informaron fuentes policiales.
"Fueron asesinados a balazos, sin advertencia, cuando estaban sentados en su patrulla en Brooklyn (...) Fueron simple y llanamente asesinados", declaró el jefe de la Policía de Nueva York, Bill Bratton, en una conferencia de prensa.
Wenjian Liu, que se había casado hace dos meses, y Rafael Ramos, padre de un adolescente de trece años, fueron "emboscados y asesinados" - con un disparo en la cabeza - cuando estaban sentados en los asientos delanteros de un coche de policía, añadió el jefe de Policía de Nueva York.
El ataque tuvo lugar en Brooklyn, en el barrio de Bedford Stuyvesant a las 14H50 locales (19H50 GMT), indicó un portavoz de la policía a la AFP.
Las motivaciones del atacante aún no han sido definidas pero no hay ninguna indicación de nexos con terroristas, afirmó Bratton.
La policía identificó al agresor como Ismaaiyl Brinsley, un afroamericano de 28 años. El joven hirió de bala a su ex novia en Baltimore el sábado por la mañana, antes de dirigirse a Brooklyn para matar a los dos agentes de varios disparos.
Ninguno de los oficiales tuvo tiempo de sacar su armas y quizá ni siquiera pudieron ver a su agresor, explicó Bratton a la prensa.
Luego, Brinsley huyó a pie y entró en una estación de metro donde se suicidó con un disparo en la cabeza.
"Brinsley se disparó en la cabeza. Se quitó la vida. Encontramos un arma plateada semiautomática cerca de su cuerpo", dijo Bratton.
Un acto de violencia atroz
El presidente norteamericano, Barack Obama, condenó enérgicamente los asesinatos.
"Condeno incondicionalmente el asesinato en el día de hoy de dos agentes de policía en Nueva York. Esos dos hombres no irán esta noche a casa con sus seres queridos. No hay justificación a eso", dijo Obama en un comunicado.
"Esta noche, le pido a la gente que rechace la violencia y las palabras hirientes, y prefiera las palabras que curan", añadió el presidente.
El ministro de Justicia, Eric Holder, dijo que el ataque es un recuerdo de los peligros que suele afrontar la policía.
Horas antes, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, denunció un "asesinato que se asemeja a una ejecución".
El fiscal del estado de Nueva York, Eric Schneiderman, denunció un "acto de violencia atroz" y dio sus condolencias a los allegados de las víctimas.
De acuerdo a Bratton, Brinsley habría publicado en su cuenta Instagram comentarios hostiles contra la policía.
"Se llevaron a uno de los nuestros, tomemos a dos de ellos", habría escrito Brinsley junto a la foto de una pistola plateada, en referencia al caso Eric Garner y Michael Brown.
Eric Garner, un afroamericano vendedor ilegal de cigarrillos y padre de seis niños murió en julio en Staten Island, un barrio de Nueva York, cuando un policía le aplicó una llave de estrangulamiento que le impidió respirar.
Michael Brown, un joven negro de 18 años, murió abatido por un policía blanco en agosto pasado en la localidad de Ferguson, Misuri (centro).
En ambos casos, un gran jurado decidió no emprender acciones penales contra los policías desatando una ola de indignación en todo el país.
El pastor Al Sharpton, figura emblemática de los derechos cívicos, cercano a la familia Garner, denunció el sábado en un comunicado cualquier vínculo entre los dos casos.
"Hablé con la familia Garner y estaban escandalizados por la muerte de los policías en Brooklyn. Condenamos todo uso del nombre de Eric Garner o de Michael Brown en relación a actos violento o asesinatos de policías", escribió.
La familia Brown también condenó rápidamente la muerte de los policías.
"Rechazamos cualquier tipo de violencia dirigida contra los miembros de las fuerzas del orden. No se puede tolerar. Debemos trabajar juntos para lograr la paz en nuestras comunidades", dijo la familia Brown en un comunicado.
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