Año Nuevo: Los riesgos que podría enfrentar el mundo en 2023

El mundo viene de afrontar varios sucesos que marcaron el rumbo de un 2022 turbulento. Sin embargo, existen otras tantas situaciones que plantean algunos desafíos para el año que apenas está empezando.

Los hechos que marcan la agenda de riesgos para el 2023 van desde la potencial agudización de la guerra en Ucrania hasta la aún latente sensación de inseguridad sanitaria por el Covid-19 y sus variantes.

La invasión de Rusia a los territorios de lo que aún es Ucrania han provocado innumerables pérdidas materiales y humanas. Hasta la fecha se han reportado 441 crímenes de guerra rusos que involucran asesinatos a civiles inocentes.

Además, se sabe que alrededor de 7,83 millones de ucranianos se encuentran refugiados en otras naciones vecinas debido al asedio ruso. Por esta misma razón, 6,5 millones de ciudadanos de Ucrania se encuentran en calidad de desplazados internos.

Además del conflicto bélico en contra de Ucrania, Rusia es la protagonista de una inminente crisis energética que se vería agudizada por la etapa invernal que está por atravesar el país.

A lo largo de la historia, los rusos han cortado o manipulado el suministro de gas a Europa desde 1990. A raíz del 'bloqueo' que se le impuso por su invasión al territorio ucraniano, el suministro de energía rusa se ha reducido en alrededor de un 80%.

Desde el año 2021 los precios del gas ruso se dispararon 15 veces su precio estándar. Debido a esto y a la pocas 'luces' de que hay de si Rusia detiene o no sus planes de invadir Ucrania, la crisis energética parece estar más cerca que nunca.

El mundo aún no se recupera del impacto de la pandemia del Covid-19 en materia económica. Hoy, las elevadas tasas de interés de los bancos centrales aumentan el riesgo de una complicada recesión global.

La "horquilla" o el diferencial de cotización entre la demanda y oferta de un producto o actividad financiera solo en Estados Unidos oscila entre el 4,25 y el 4,5%. Estos datos hacen pensar en que la recesión es prácticamente inevitable.

El 2023 promete registrar uno de los mayores niveles inflacionarios vistos desde la década de 1990. Con el aumento generalizado y sostenido de los bienes y servicios a nivel mundial, el descontento social aumenta.

Las manifestaciones van en aumento justo antes de que acabe el 2022. Por ejemplo, en países latinoamericanos como Ecuador y Argentina las movilizaciones se pueden volver incluso hasta violentas. Sin embargo, en Reino Unido e India también existen protestas.

La proliferación de los ataques cibernéticos es una de las problemáticas que estuvieron presentes en el año que pasó. Sin embargo, en el 2023 no pareciera que las cosas fueran a mejorar.

De hecho, en el tercer trimestre del 2022 se registró un aumento del 28% de los Ciberataques con respecto al mismo periodo, pero del año 2021. Además, el gobierno ucraniano permite ejemplificar esta problemática pues, solo tres días después de ser invadidos por Rusia, los ataques cibernéticos aumentaron en un 196%.

La inseguridad alimentaria aumentará este año. 222 millones de personas alrededor del mundo verán amenazadas sus fuentes de ingreso y, por ende, su acceso a una alimentación digna.

Por otro lado, unos 45 millones de personas estarán riesgo de hambruna. Solo para ejemplificar el acceso a los alimentos de primera necesidad, el precio del trigo subió un 89% hasta el año pasado con respecto al 2020.

El mal que viene persiguiendo al mundo desde 2020 pareciera no llegar a su fin en 2023. La pandemia de Covid-19 ha visto la proliferación de nuevas y agresivas variantes del virus desde que apareció.

En China, la expansión de contagios continúa actualmente. Las subvariantes XBB (Pesadilla) y BQ.1 (Perro del infierno) amenazan con llegar a más países y complicar los planes de múltiples eventos a nivel mundial.

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Por ello, se vuelve necesario vacunarse con todas las dosis que sean necesarias para precautelar la salud de todos. Un 70% de la población mundial ya recibió al menos una dosis de todas las vacunas existentes.