El de este jueves es el segundo naufragio que se produce en el sur de Italia esta semana.
El naufragio de una barcaza de inmigrantes ocurrido hoy en la costa sur italiana y en el que murieron al menos 94 personas ha consternado Italia, donde el drama de la inmigración se ha convertido en algo habitual.
Varios políticos y personalidades del país expresaron sus condolencias a la vez que pidieron que se ponga freno al continuo drama humano que se vive en las playas del sur de Italia.
El primer ministro, Enrico Letta, anunció en la red social Twitter que, tras la "inmensa tragedia", ha hablado con el viceprimer ministro, Angelino Alfano, y ambos tienen previsto viajar al lugar del desastre.
Como señal de respeto, el grupo parlamentario de Alfano, el conservador Pueblo de la Libertad (PDL), decidió desconvocar la reunión prevista para el mediodía de hoy, en la que iba a participar Silvio Berlusconi, para abordar la división abierta en la formación tras la reciente crisis de Gobierno.
Berlusconi declaró en una nota que "la tragedia de Lampedusa es demasiado grande como para dedicar el día de hoy a los asuntos internos" de su grupo parlamentario y partido.
El ministro de Infraestructuras y Transportes, Maurizio Lupi, pidió que "se ponga freno a los traficantes de la muerte que explotan las esperanzas de los pobres", un deber al que se tiene que comprometer "toda la comunidad internacional y especialmente la Unión Europea".
Y la presidenta de la Cámara de los Diputados, Laura Boldrini, quiso recordar que "los motivos que mueven a estas personas son siempre los mismos: guerras, persecuciones, violaciones de los derechos humanos".
Boldrini, que anteriormente fue portavoz de ACNUR en Italia, denunció la falta de medidas ante estas situaciones: "Lo más sorprendente es el hecho de que desde hace años somos testigos de tragedias idénticas, nos conmueven, pronunciamos palabras de sincera emoción, pero sin encontrar soluciones", dijo.
Por estos mismos motivos, Roberto Speranza, portavoz de los diputados del Partido Demócrata (PD) de Letta, afirmó que se debe asegurar que "los países del sur del Mediterráneo crezcan y garanticen condiciones de vida aceptables".
La ministra de Integración, Cécile Kyenge, de origen congoleño, anunció la puesta en marcha de medidas para hacer frente a la llegada de inmigrantes, toda vez que tanto ella como Boldrini fueron objeto hoy de críticas por parte de la secesionista Liga Norte.
"La responsabilidad moral de todo esto es de la pareja Boldrini-Kyenge, de su escuela de pensamiento hipócrita que prefiere políticas 'buenistas' a acciones de apoyo en los países del tercer mundo", afirmó Gianluca Pini, "número dos" del grupo parlamentario de la Liga Norte en la Cámara Baja.
El de este jueves es el segundo naufragio que se produce en el sur de Italia esta semana, después de que el pasado lunes murieran 13 inmigrantes frente a la costa de Sicilia.
Desde que comenzó el año hasta principios de septiembre 21.870 inmigrantes han llegado a las costas de las islas de Lampedusa y Sicilia y a las regiones peninsulares de Calabria y Apulia, todas en el sur italiano, según datos de Save the Children Italia.
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