Adrián Guerrero y su pareja asesinaron a los ancianos de 73 y 72 años.
El nicaragüense Adrián José Guerrero Echeverri, de 38 años y quien padece de trastorno óseo, conocido popularmente como enanismo, fue condenado a 44 años de prisión por haber asesinado, junto a su pareja, a sus ancianos padres, un delito que confesó.
La jueza segundo distrito penal de juicio de Managua, Adela Cardoza, también condenó a 58 años de prisión a Nidia Patricia Quintana, pareja de Guerrero Echeverri, según informó este domingo 23 de febrero un portavoz del Poder Judicial.
Ambos cumplirán, sin embargo, una pena de 30 años, que es la pena máxima en Nicaragua.
Guerrero Echeverri y su pareja se declararon culpables ante la jueza por los delitos de parricidio, asesinato agravado y robo con intimidacióón agravado en perjuicio del anciano de 73 años y su mujer, de 72.
HIJO CONFESÓ DELITO ANTE SUS HERMANOS
Según el Ministerio Público y la Policía Nacional, el hombre, que se moviliza en silla de ruedas, y su pareja, de 26 años, son los autores del crimen de Guillermo Adrián Guerrero Espinoza y Sonia Marlen Echeverri Mendieta.
En la audiencia anterior, el parricida, ante la presencia de sus dos hermanos quienes estaban en la sala de juicio, aceptó haber pedido a su mujer que llegara a la casa donde él vivía junto con sus padres, y de común acuerdo procedieron a desconectar todo el dispositivo de cámaras de seguridad que había en la vivienda, para luego asesinarlos.
La pareja de septuagenarios fue acuchillada cerca de la medianoche del pasado 17 de noviembre en su casa en el barrio Altamira, ubicado cerca del nuevo centro de Managua.
Los cuerpos de la pareja de ancianos fueron encontrados en bolsos que dejaron escondidos dentro de dos roperos, según sus vecinos.
ROBARON TARJETAS Y JOYAS
Como parte de las pruebas en el juicio, la Fiscalía presentó testigos, videos de la escena del hecho y las compras que hicieron con las tarjetas de crédito y débito de las víctimas.
Las autoridades detuvieron a los dos sospechosos en un hotel de Managua, donde habían hecho uso de una de las tarjetas de crédito de las víctimas que tenían un límite de 10.000 dólares.
Según la Policía, para cometer el crimen, los dos sospechosos golpearon a la pareja de ancianos con un tubo metálico en la cabeza, posteriormente los apuñalaron con navajas, luego los asfixiaron con una almohada, y finalmente los cubrieron con plástico negro y los metieron en un ropero.
Tras cometer el crimen, la pareja sospechosa robó las tarjetas de crédito, joyas, cerca de 200 dólares y huyó en un automóvil propiedad de las víctimas que tenían estacionado en el hotel en el que se alojaron.
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