29 jul 2024 , 07:47

Nicolás Maduro, el heredero de Hugo Chávez que no quiere soltar Venezuela hasta 2031

De ratificarse los resultados de este domingo 28 de julio, Maduro acumularía 18 años en el poder, un tiempo solo superado en Venezuela por el dictador Juan Vicente Gómez.

   

Ungido por Hugo Chávez como su sucesor, Nicolás Maduro ha gobernado Venezuela desde el 2013, y hoy pretende extender su mandato hasta el 2031.

Según los resultados de las elecciones presidenciales de este domingo 28 de julio, a Maduro lo respaldó el 51,2 % de los venezolanos, lo que significa su triunfo frente a Edmundo González, el candidato de la oposición que alcanzó el 44,2 % del apoyo popular. Estos datos fueron ofrecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de ese país, un organismo dominado por el chavismo.

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De cumplirse este tercer mandato, Maduro acumularía 18 años en el poder, un tiempo solo superado en Venezuela por el dictador Juan Vicente Gómez, que estuvo 27 años (1908-1935).

El actual presidente del país caribeño, quien es acusado de violar derechos humanos y también es calificado como dictador, insiste en mostrar una imagen de hombre común, de "presidente obrero". Este domingo, tras conocer los resultados del CNE, subrayó que "va a haber paz, estabilidad y justicia" en su próximo periodo presidencial.

Maduro tiene 61 años, fue chofer de bus y dirigente sindical. Estudió en Cuba. En lo político, fue parlamentario, canciller y vicepresidente de Chávez.

Un ciudadano venezolano llora tras conocer los resultados de las elecciones presidenciales, a las afueras de la Embajada de Venezuela en Ciudad de Panamá.
Un ciudadano venezolano llora tras conocer los resultados de las elecciones presidenciales, a las afueras de la Embajada de Venezuela en Ciudad de Panamá. ( )

El heredero de Chávez

Maduro fue designado por Chávez como su heredero el 9 de diciembre de 2012, antes de que el entonces presidente viajara a Cuba para tratar un cáncer por el que murió tres meses después.

Ostenta el poder con el apoyo de los militares y los cuerpos de seguridad de Venezuela, entre denuncias de detenciones arbitrarias, juicios amañados, tortura, censura y fraude electoral.

Maduro no tiene el carisma de Chávez, aunque lo emula con discursos de horas en los que mezcla asuntos políticos duros, beligerantes, con chistes y anécdotas personales.

"¡No volverán nunca más!", repite el mandatario con frecuencia en referencia a la "ultraderecha". En ese bando ubica a todos los opositores, a los que tacha de lacayos del "imperio estadounidense" y responsabiliza de todos los males.

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Durante su gobierno han existido manifestaciones masivas que fueron duramente reprimidas en 2014 y en 2017 por militares y policías, con centenares de muertos. La Corte Penal Internacional abrió una investigación por crímenes de lesa humanidad en contra de su gobierno por las de 2017.

Escándalos de corrupción, supuestos atentados... y Maduro sigue y seguiría en la silla presidencial, "indestructible", como reza el eslogan del dibujo animado de propaganda "Súper Bigote", que lo muestra en la TV estatal como un superhéroe que combate monstruos y villanos enviados por Estados Unidos y la oposición venezolana.

Imagen de archivo de Nicolás Máduro y Hugo Chávez (+).
Imagen de archivo de Nicolás Máduro y Hugo Chávez (+). ( )
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