Secuestros extorsivos en Ecuador van en aumento: así puede prevenirlos

Los familiares de la joven, Angie Asang, vivieron momentos de terror esperando su rescate. Ella fue localizada con vida luego de haber sido secuestrada en el sector de Sauces, en el norte de Guayaquil. Sus captores exigían 50 mil dólares a la familia para liberarla.

La Dirección Nacional especializada en la resolución de casos de secuestro y extorsión (Unase), la encontró en el sector Divino Niño en el cantón de Durán.

La realidad es que casos como el de Angie no son nuevos, en esta misma semana también rescataron a otra mujer que había desaparecido.

Cada vez se conocen más casos de secuestros extorsivos a nivel nacional. Eventos que ocurren desde hace décadas atrás, en Ecuador empezaron a registrarse en poblaciones fronterizas y en las ciudades de Ambato, Tulcán, Quito y Guayaquil, teniendo como factor común el modus operandi secuestro y extorsión.

Fue entonces que, en 1994, la Policía Nacional creó la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase) para prevenir y neutralizar este delito, no obstante, los casos se han mantenido y ahora último existe un repunte.

De hecho, el Consulado de Estados Unidos, en Guayaquil. en un comunicado publicado en su página advertía que la Policía Nacional recibió 35 denuncias de secuestro extorsivo en 2022. La mayoría de esas denuncias se originaron en las provincias de Guayas y Manabí.

Así el delito de secuestro, tuvo en 2022, un aumento sostenido del 10% en comparación al 2021. Mientras que, en lo que va del año ya se registran 14 casos, la mayoría en Guayas, y el resto en Esmeraldas, Manabí, Santo Domingo y Pichincha.

Pero ¿por qué hay más casos? Para Óscar Salguero, jefe de operaciones de la Zona 8 de la Unidad Antisecuestros y Extorsión, ahora, son más visibles porque las personas, dice, están denunciando los casos, un comportamiento que por miedo antes no se hacía.

Sin embargo, reconoce que sí existe un aumento en el registro de estos casos, al menos, en la Zona 8, "si comparamos enero y febrero de 2022 con este año estaríamos hablando de un mayor número de secuestros".

Además, detalla que, se han identificado nuevos patrones en los secuestros, "estamos viendo que las personas que están secuestrando ya no piden montos muy altos, en el pasado pedían 200.000, 300.000 y hasta 1 millón de dólares".

En la actualidad los perpetradores están pidiendo entre 5.000 a 50.000 dólares, "es porque el delincuente lo que está buscando es que sea rápido, un secuestro de uno o dos días y ya intentan liberar a las víctimas a través de un pago de montos bajos para que la familia pueda pagar".

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Lo que supone que el perfil de la víctima también ha cambiado, "antes era más estudiado y más direccionado el secuestro, ahora es de acuerdo a un delito de oportunidad", describe. Las bandas delictivas son volátiles, dice, y no solo se dedicarían al secuestro extorsivo "van cambiando y es un delito de oportunidad, es decir, se dedican a varios delitos como organización".

Pero, ¿en qué se diferencia el secuestro extorsivo con el exprés? En el primero, en su mayoría, los delincuentes escogen a personas y tienen una exigencia económica. Es decir, los perpetradores mantienen a sus víctimas retenidas en contra de su voluntad hasta que se pague un rescate.

Este delito, según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), se sanciona con pena privativa de libertad entre 10 y 13 años.

Mientras que, el secuestro exprés que, antes era considerado como un robo agravado, es una modalidad de secuestro "rápida" donde los delincuentes detienen a la víctima con el fin de robar sus pertenencias, explica Salguero. Aunque es premeditado, se realiza de forma aleatoria, sin conocimiento de a quién se secuestra.

La Unase señala que la ciudadanía ante un evento extorsivo, debe mantener la calma y denunciar al ECU 911, de este modo, se destina un equipo investigativo. Sin embargo, estas son las recomendaciones que brindan las autoridades: