Podcast | La Caja Negra estrena sexto episodio: Alausí, un mes después de la tragedia

Eran las nueve de la noche de un domingo, 26 de marzo, cuando 150 casas, muchas habitadas, quedaron bajo tierra. Es que en cuestión de segundos, como describen los sobrevivientes, un mortal deslave sepultó por completo al barrio de Nuevo Alausí, ubicado en la provincia de Chimborazo, al centro sur de Ecuador.

El desastre natural dejó más de 500 personas afectadas, entre desaparecidos y cuerpos rescatados, las víctimas llegan casi a 100, entre ellos, también hay niños.

"Mami, mami bajó el cerro, salga, salga", "se fue la luz y el cerro ya estuvo abajo, al instante no nos dio tiempo a nada, fue en un segundo", "como cuando se revientan las dinamitas, así sonó": Esas fueron las descripciones de los sobrevivientes de cómo fue la noche del deslave.

Pero, la pregunta más importante y que, seguramente todos se la hicieron, es si ¿la tragedia pudo evitarse? Lo cierto es que no solo desde ese domingo la tierra dio señales de que el deslizamiento podría ocurrir. Al menos, desde diciembre, estudios ya alertaban del peligro.

En sí, hay varias versiones sobre si hubo o no advertencias, la mayoría de sobrevivientes y familiares de las víctimas con los que habló Ecuavisa. Por ejemplo, María Chicaiza, quien tiene 70 años y de esos, 28 vivió en el barrio Nuevo Alausí, ella se salvó por muy poco de morir:

María nunca supo que vivir ahí era riesgoso, de hecho, su hijo remodeló su casa dos meses antes del deslave.

Una versión similar tiene Viviana, pese a que en febrero un informe técnico reveló que aproximadamente 247 hectáreas estaban consideradas como zona de peligrosidad, y dentro de esas áreas estaban las comunidades Casual, Control Norte, Nuevo Alausí, Pircapamba, Bua, declarados con alerta amarilla, ella dice que esa advertencia no llegó de la misma forma a los habitantes, y asegura que las autoridades dijeron que la montaña se iba a asentar, pero no a caer.

En Alausí, Ecuavisa habló con el alcalde Rodrigo Rea para obtener respuestas. Él dice que sí se hicieron acciones para desalojar a las personas, pero que también hubo quienes no quisieron salir:

Sin embargo, tanto el alcalde como el vicealcalde, Eduardo Llerena, justifican que no se hizo suficiente porque la Secretaría de Riesgos no declaró la alerta naranja, pues sin eso, dicen, el municipio no podía aplicar medidas más estrictas para evacuar a las personas.

Por otro lado, en una entrevista telefónica, el subsecretario General de Gestión de Riesgos, Rodrigo Rosero, asegura que días previos al deslave, 300 personas fueron evacuadas de Nuevo Alausí, es decir, no todas. Le consultamos si la alerta naranja permite aplicar medidas más estrictas, y, si es así, ¿por qué no se la decretó?

En este sexto episodio de La Caja Negra contestamos esa y otras preguntas sobre esta terrible tragedia. Recuerda que puedes escuchar este episodio en Spotify, Google y Apple Podcast.