Sin lluvias y menos importación de energía desde Colombia, octubre será un mes con apagones más severos
Ecuador necesita de copiosas lluvias para alimentar a las hidroeléctricas. Pero las condiciones climáticas se muestran desfavorables. A esto se suma que Colombia limita aún más su exportación de energía.
Los meses más fuertes del estiaje todavía no empiezan y Ecuador ya sufre el fantasma de los apagones que, por ahora, son programados y en jornada nocturna. Pero la situación será más crítica durante octubre si las lluvias no se hacen presentes y si Colombia sigue reduciendo su exportación de energía. Y aunque el Gobierno hizo las gestiones para compensar el déficit energético a corto plazo, como compras de nuevas barcazas y motores en tierra, estos recién pueden funcionar desde noviembre y diciembre, en el mejor de los casos.
En Ecuador, un 70 % de la electricidad la entregan las centrales hidroeléctricas, según Diego Gordón, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Ecuatoriano Británica (Britcham UIO). Sin embargo, las hidroeléctricas dependen de los caudales de los ríos, los cuales a su vez se nutren de las lluvias.
Por el estiaje, su caudal se reduce. Y aunque debía empezar desde octubre, comenzó desde agosto, señala el experto energético Ricardo Buitrón. El Gobierno lo ha calificado como “el peor estiaje de los últimos 61 años”. Como muestra tenemos que tres ríos de Cuenca, el Tomebamba, Yanuncay y Tarqui, ya se encuentran casi secos a tal punto que es posible atravesarlos caminando.
Sin Mazar, la situación se volverá crítica
La situación ha llevado al Gobierno a usar el agua de la represa de Mazar, el mayor embalse del país. Este embalse es estratégico porque alimenta a las hidroeléctricas Mazar, Molino y Sopladora, que entregan el 38 % de la electricidad en el país.
Mazar está a punto de llegar a su nivel mínimo de operación, que es 2 115 metros. El 18 de septiembre se ubicaba en 2 121 metros y sigue en caída. Las tres hidroeléctricas referidas se afectarán sin su funcionamiento. Y con esto está garantizado que los apagones serán más severos.
Ricardo Buitrón, explica que “conceptualmente” el embalse de Mazar debía estar lleno hasta finales de septiembre para ser utilizado desde octubre a marzo, periodo en el que el estiaje será más fuerte.
“El embalse Mazar sirve para acumular agua durante el periodo lluvioso para que sea utilizado durante el periodo de estiaje. Mientras vamos vaciando el volumen de Mazar, la situación es cada vez más crítica, porque nos estamos quedando sin agua para generar energía en Mazar, Molino y Sopladora", refirió.
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Dificultad para el bombardeo de nubes
El ministro de Energía, Antonio Goncalves, dijo que para estimular las lluvias en las zonas donde se encuentran las hidroeléctricas se recurrirá al bombardeo de nubes, una medida que consiste en liberar moléculas de yoduro de plata en las nubes.
Sin embargo, para bombardear las nubes la condicionante es que haya nubes, refiere el analista energético Fernando Salinas. "Si en el cielo no existen nubes, definitivamente no puede haber este bombardeo". Las condiciones climáticas con altas temperaturas y extrema radiacón UV han imposibilitado la presencia de nubes en el cielo, lo que complica aún más la presencia de lluvias.
Colombia está reduciendo su exportación de electricidad a Ecuador
Ecuador tiene una demanda de 4 000 a 4 300 megavatios. De momento, el Cenace fija en 1 080 megavatios el déficit que tiene el país. Para suplir esa necesidad se ha estado echando mano de las exportaciones de Colombia.
El país vecino puede vendernos hasta 450 megavatios, explica Buitrón, pero debido a que Colombia también tiene complicaciones eléctricas, la exportación se ha venido reduciendo, a tal punto que ha llegado hasta los 369 megavatios.
“Si es que el estiaje es más severo, los apagones serán más severos. Si es que Colombia no nos entrega 450 megavatios, como ya está sucediendo, los apagones serán más severos. Si es que el Gobierno no instala los 340 MW de generadores en tierra que tiene contratados, los cortes de energía serán más severos", dice Buitrón.
En eso coincide Fernando Salinas. "En la medida que se vaya reduciendo esta potencia disponible por parte de Colombia, la situación de los racionamientos (eléctricos) se irán incrementando. A veces nos venden a precios que son bastante altos, pero más caro es aquel servicio que no se tiene".
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Las medidas a corto plazo del Gobierno
Aparte de las importaciones a Colombia, el Gobierno recurrió a la compra de energía flotante o barcazas para cubrir el déficit energético. Una ya está entregando 100 megavatios.
El 17 de septiembre, la Celec declaró en emergencia la contratación de 928 megavatios, divididos así: 340 en barcazas y 588 en motores en tierra. Sin embargo, el tiempo no juega a favor del Ejecutivo, pues en el mejor de los casos las barcazas recién funcionarían desde noviembre y los motores eléctricos en tierra desde diciembre.
Se espera que las barcazas no tengan el mismo problema de anclaje que la primera. "Esperemos que con esa experiencia previa que se tuvo sirva para tener en mente todo este tipo de condicionantes y que después no haya dificultades y pueda entregar energía", dice Salinas.
Se ha maniobrado para que Termogas Machala aumenten su producción y pase de entregar 991 megavatios a 1 591 megavatios.
También se negocia con las empresas privadas para que usen sus plantas de generación de energía.
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