La solución en Galápagos: ¿ampliar la reserva marina?

Mientras que el tamaño de la Reserva Marina de Galápagos es el mismo desde su creación en 1998, las amenazas, por su parte, han cambiado. El pasado 29 de junio, el colectivo Más Galápagos, alertó sobre la presencia de una embarcación pesquera al sur de las islas.

Así, el nuevo acercamiento, ha vuelto a activar la propuesta por parte de las organizaciones medioambientales de una ampliación a la reserva, que actualmente tiene una extensión de 40 millas náuticas. Y a su vez, está rodeada por las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva Insular (ZEEI). Aunque en la Cumbre del Cambio Climático de la ONU (COP25) en 2019, el expresidente Lenín Moreno, dijo que Ecuador estaba analizando la ampliación; nunca se concretó.

Las razones:

En el reporte de la Armada entregado a Ecuavisa.com (adjuntamos documento), hasta el corte del 15 de julio, detalla que la flota que bordea las islas está compuesta por 274 embarcaciones. La mayoría proviene de China (268), mientras que, las otras se reparten entre países como: Liberia (1), Panamá (3), España (no especifica cuántas), Estados Unidos (1) y también una no identificada.

Para Alberto Andrade, coordinador del colectivo Frente insular RMG y vocero de Más Galapagos, se ha duplicado la capacidad de captura si se compara con 1998, y recuerda que "en aquel año la reserva era la segunda más grande del mundo, y la flota pesquera industrial no tenía la tecnología, ni capacidad de carga con la que cuenta ahora". En la actualidad la extensión de la reserva está en el puesto 37 en el mundo, asegura y agrega: "si la flota crece la reserva debe de crecer".

Así, 23 años después, no solo la flota pesquera industrial ha crecido, también la nacional. Gustavo Redín, presidente de la coordinadora Ecuatoriana de organizaciones para la Defensa de la Naturaleza y el Medio Ambiente (Cedenma), señala que la ecuatoriana es una de las más grandes de la Región, "ha habido un crecimiento exponencial en la cantidad de embarcaciones que está presionando a las especies".

Dispositivos apagados

Aunque las aguas internacionales están reguladas por la Organización Regional de Ordenación Pesquera del Pacífico Sur (OROP-PS), Andrade explica que una vez que las embarcaciones están en alta mar es complejo determinar lo que pescan. Es decir, que aunque declaran que van a capturar especies permitidas como: el atún o el calamar; Andrade recuerda el caso de la embarcación china Fu Yuan Yu Leng 999, la cual tenía en su bodega tiburones martillos, una especie protegida.

Las dificultades de control se exponen en el mismo reporte sobre la flota que actualmente acecha Galápagos: "existen embarcaciones que manipulan los dispositivos AIS-SAT para cambiar el nombre de la embarcación y se presume que existen buques que se encuentran con el dispositivo apagado". El documento expone que se mantiene la vigilancia de estos casos. Por su parte, el ministro de Ambiente, Gustavo Manrique, ha reiterado que la flota pesquera se mantiene fuera de la ZEEI. (Aquí explicamos las acciones que ha tomado el Gobierno).

El reporte, además, clasifica a 18 barcos de procedencia "desconocida", mientras que hay ocho embarcaciones en categoría de “raro” y cuatro constan como "otros".

La sobrepesca

Pero no son las únicas amenazas. Andrade menciona a los artes de pesca que son usados por embarcaciones industriales. Un ejemplo de ello son los llamados "plantados", dispositivos flotantes que emiten una señal satelital de ubicación. Su objetivo es atraer a los peces a un solo lugar. "Son arrojados fuera de la reserva marina e ingresan con las corrientes y van sacando los túnidos", explica.

Una de las problemáticas es que tienden a capturar a otras especies como tortugas marinas y tiburones, especies en peligro de extinción.

Para Fernanda Hidalgo, miembro del Frente Insular Galápagos, explica que "al haber sobrepesca existe la eliminación de peces a un ritmo apresurado a los que pueden reproducirse, al disminuir estas poblaciones disminuye la estabilidad de los ecosistemas". En ese sentido, los tiburones son como el sistema inmune de los océanos, pues ayudan a garantizar una población de especies equilibrada.

Aunque en el país está prohibida la pesca dirigida; Ecuador es el tercer exportador de aletas de tiburón a nivel mundial. Un informe de la WWF expuso que el comercio mundial de carne de tiburón y raya llega a los 2.600 millones de dólares.

"Una ampliación de la reserva puede ser una solución a la presión y a la vida de las especies que se encuentran en peligro", subraya Redín. Además, enfatiza Andrade, que también beneficiaría a los pescadores industriales y nacionales, gremio que en el pasado se ha opuesto a la propuesta. "Estará garantizado un semillero marino a largo plazo con stock para futuras generaciones", finaliza.