02 feb 2021 , 17:20

¿El voto joven definirá al futuro presidente del país?

Más del 40% de los electores tiene entre 16 y 35 años.

A pocos días de que concluya la campaña electoral, los presidenciables lanzan sus últimas propuestas para tratar de convencer al electorado. Es que más de 13 millones de personas están habilitadas para elegir al próximo presidente del Ecuador, a nuevos asambleístas y también a los Parlamentarios Andinos. Sin embargo, es en el voto de los jóvenes donde se juega el pedazo más grande del padrón electoral.  Según las cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), del total de votantes el 38,6% está conformado por los ciudadanos entre 18 y 35 años. Otra parte la integran, adolescentes entre 16 y 17 años para quienes votar es opcional. En total, representan más del 40% del padrón. 

 

Algunas preguntas: ¿Quiénes realmente están detrás de las cifras? ¿qué espera este electorado del nuevo Presidente de la República? ¿se sienten representados por alguno de los 17 binomios? Para responder, primero es necesario conocer las características e ideales que componen a esta generación. 

 

Ingrid Ríos, docente investigadora de la Universidad Casa Grande, explica que “hay que tomar en cuenta que no podemos hablar de los jóvenes ecuatorianos como un grupo homogéneo”, menciona y agrega que se deben considerar los aspectos socioeconómicos, “los cuales moldean las distintas necesidades o demandas que son -uno de los factores- que construye la identidad política”. 

 

 

 

Según la publicación académica “Los Millennials y la Política” en ella los autores Pablo Calderón y Michelle Custode, describen que los jóvenes nacidos entre los años 1980 y el 2000 son quiénes conforman la generación millennial. “Se han dado varias definiciones para este grupo etario, pero hasta la fecha son más conocidos como millennials porque su proceso de entrar en la vida adulta ocurrió durante el cambio de milenio (...) Los millennials podrían considerarse los primeros jóvenes nacidos en el entorno global de las sociedades de la información”. 

 

Pero ¿cuál es el ánimo de este sector etario frente a la política? Ríos destaca que el ambiente es dual. “Si bien parece haber un desinterés fruto de un descontento con las opciones a escoger para las distintas dignidades; ese mismo descontento actúa como un movilizador que está tratando de crear una conciencia ciudadana”. Es decir,  este sector etario, explica, percibe el ejercicio del voto como un canal para “hacer algo”, “participar”, “lograr un cambio”. “Se ha visto acentuado, en definitiva, con la pandemia y con los acontecimientos de las últimas semanas en el país”, añade. 

 

 

¿Militantes o activistas? 

 

La juventud de hoy está enfocada en causas, señala Christian Flores, vicepresidente nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), “aquello ha obligado a la mayoría de los candidatos en generar una narrativa sobre la protección del medio ambiente, la lucha de género, el feminismo, aunque no han tomado una posición clara,  los candidatos han huído del debate, hay una lucha generacional entre la juventud y las personas adultas, por ejemplo, con el tema del aborto no ha tomado una posición clara”, destaca. 

 

Con esta percepción coincide, Robert Parraga, sociólogo y docente de la Universidad de Guayaquil,  quien sostiene que la mayoría  de los jóvenes tienen su propia agenda, “va a ser trascendental el voto de este segmento de la población”, señala y agrega “hacen incidencia en hablar sobre los derechos de la mujer, el aborto, las conquistas LGBTI”, sin embargo, subraya que aquello no va a resonar con el resto del electorado, pues las brechas generacionales, cumplen un papel importante. 

 

 

Promesas de campaña 

 

Desde el 31 de diciembre cuando arrancó la campaña electoral los candidatos y candidatas han tratado de conquitar a esta nueva generación de electores. En tiempos de pandemia, el uso de redes sociales, ha jugado un papel clave para transmitir el mensaje.  “Las redes sociales han abierto nuevos canales no formales para hacer política o activismo”, menciona Ríos. Sin embargo, estas también han dado espacio para caer en mensajes con poca profundidad, así lo ve el representante nacional de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador, “TikTok  era una herramienta que podía servir para exponer planes de trabajo que sean muy digeribles para poder captar un mensaje, pero en algunos casos simplemente se han limitado a hacer bailes que poco dan de mensaje político y solo buscan generar un efecto de popularidad”, asegura.  

 

Por otro lado, una de las propuestas que ha estado direccionada concretamente para este sector ha sido la promesa de eliminar el examen de ingreso de la Senescyt. Para Flores aquello es preocupante, pues no soluciona la raíz del problema, “la falta de acceso a la universidad no se da por el examen de ingreso, como tal, ese es el método y hay que mejorarlo, el problema y el fondo es la falta de infraestructura de acceso y presupuesto en las universidades. Si existe una demanda que es el doble de la oferta, no pueden acceder todos, ese es el problema del examen”, dice.

 

Otro eslavón suelto de los presidenciables y que preocupa a este electorado, según Parraga, ha sido la falta de propuestas sobre el empleo joven. Flores quien conoce de cerca las necesidades del sector coincide, “la mayoría ha omitido un tema muy importante que es el tema del “empleo joven”, siendo nosotros los que nos hemos visto muy afectados por la pandemia del coronavirus, por los despidos y la falta de seguridad laboral, no hay una propuesta en firme que diga cuál va a ser la salida para el grupo etario más importante”.  

 

Según los últimos datos de enero de 2021 de Click Report, el 52% de los ecuatorianos considera "muy difícil", encontrar empleo en el país. 

 

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