10 días del conflicto armado: ¿cómo ha sido la comunicación oficial en tiempos de guerra?

Este 19 de enero de 2024 se cumplen 10 días desde que el presidente Daniel Noboa decretó conflicto armado interno, lo que implicó que militares tomen el liderazgo de las acciones para neutralizar a los grupos establecidos como terroristas. Ese protagonismo también se traslada al plano de la comunicación oficial y no oficial.

En redes sociales, abundan mensajes emitidos desde las cuentas de Fuerzas Armadas y Policía Nacional, mostrando los resultados de los operativos. Mientras que el Presidente se ha limitado a dar entrevistas y respaldar a la fuerza pública.

Si bien el estado de guerra tiene 10 días de vigencia, son al menos 12 desde que se desató la crisis más reciente. Desde ese momento han pasado algunos momentos importantes. Frente a todos esos acontecimientos, ¿ha sido asertiva la comunicación del Estado?

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El claro ejemplo de que hubo tropiezos en la comunicación oficial está en el primer día de crisis, el domingo 7 de enero de 2024, cuando corrieron los rumores de que Adolfo Macías, alias Fito, se había escapado de la cárcel de Guayaquil.

Al medio día hubo una rueda de prensa en Manabí, de tres oficiales de la Policía, quienes dieron detalles de la búsqueda del delincuente, confirmando el escape. Sin embargo, la institución salió a desmentir a sus voceros.

Para la tarde, el Secretario de Comunicación, Roberto Izurieta, convocó a una rueda de prensa para dar información importante, sin precisar todavía si ocurrió o no la fuga. Fue la Fiscalía General del Estado quien cofirmó, hablando de la "evasión" de alias Fito.

Ya después apareció Izurieta en declaraciones a periodistas, donde no permitió preguntas y tampoco dio certezas sobre el caso. Hasta la fecha, 12 días después, todavía no está claro cómo salió de prisión ni cuándo.

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Otro ejemplo es la información proporcionada por el Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad (SNAI). La crisis se inició en las cárceles, con la fuga de Fito, y se prolongó en los siguientes días en ese mismo escenario.

Cientos de funcionarios del SNAI fueron tomados como rehenes en las prisiones, hubo fugas en al menos dos centros penitenciarios del país y, como ya es costumbre, se reportaron detonaciones.

Sin embargo, desde la institución que regenta a las cárceles, no se brindaba información oportunamente de lo ocurrido. Incluso, a veces, para los periodistas era más fácil obtener datos de personas que viven cerca de las prisiones.

Las Fuerzas Armadas y policías tomaron la posta de la comunicación oficial. No solo por la información que difunden; sino también porque los rostros de los militares se han convertido en el símbolo contra el terrorismo.

Los diseños utilizados para difundir los resultados de los operativos tienen de fondo a los soldados. Esa información se difunde en cuentas de ministerios del Gobierno y de la fuerza pública.

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La comunicación del presidente Daniel Noboa se ha limitado a aparecer en entrevistas de medios de comunicación, principalmente en radios populares y cadenas internacionales.

También aparece en videos cortos, con declaraciones sobre temas específicos, que tienen el fin de viralizarse con facilidad. Para Caroline Ávila, académica e investigadora de Comunicación, esa es parte de la estrategia planteada frente a un Presidente que no tiene facilidad de oratoria.

Así también se consigue que las audiencias más jóvenes presten atención al mensaje del Mandatario, expresado en pocos minutos de clip.

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Sin embargo, Gabriela Falconí, doctora en Comunicación y profesora de la Universidad San Francisco de Quito, dice que en momentos de crisis, lo más importante es que los líderes tomen las riendas del problema y transmitan calma a los ciudadanos.

A su criterio, ese debió ser el rol del presidente Noboa, principalmente el 9 de enero, cuando ocurrió el atraco en TC Televisión.

Ávila también identifica otros voceros como la ministra de Gobierno, Mónica Palencia o el secretario Izurieta, quienes intentan posicionar la línea política del gobierno.

Además, aparece el ministro de Economía, Juan Carlos Vega, clave para defender el incremento del IVA al 15%.