02 sep 2024 , 06:00

¿Ecuador volverá a tener apagones?: cuatro factores inciden en la crisis energética

El temor de que regresen los apagones se intensifica en septiembre, por el estiaje.

La crisis energética de Ecuador no ha terminado, está latente la preocupación de que regresen los apagones por el estiaje y que la brecha, entre la capacidad de producción y la demanda, crezca.

Hace un año, las alertas de lo que podía ocurrir eran similares a las que hoy se encienden. El resultado fue que el gobierno del expresidente Guillermo Lasso estableció cortes de luz programados que se extendieron durante los primeros meses de la administración del actual presidente Daniel Noboa, es decir, de octubre de 2023 a enero de este año.

Frente a ese escenario, el Gobierno ha implementado estrategias para contratar energía adicional. Sin embargo, todavía hay deficiencias en el sistema que no se han atendido.

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1. El estiaje es un problema inevitable, pero previsible

La producción energética de Ecuador depende principalmente de las centrales hidroeléctricas. Según la Operadora Nacional de Electricidad (Cenace), en lo que va de este año, la generación de fuentes hídricas representa un 79 % del total.

Eso significa que la estabilidad energética está sujeta, en gran medida, a la presencia de lluvias en las zonas en donde se encuentran las siete hidroeléctricas más importantes: Coca Codo Sinclair, Agoyán - San Francisco, Molino, Sopladora, Mazar, Minas San Francisco, Delsitanisagua. Las dos primeras ubicadas en las provincias de Napo y Tungurahua, respectivamente; y las demás en el sur del país.

Según Etapa, la empresa pública de agua en Cuenca, en Azuay van 51 días sin lluvias significativas que alimenten a los ríos del austro. En el Tomebamba, que alimenta al río Cuenca, afluente del río Paute, ya se declaró el estiaje, el caudal llega a 0,65 metros cúbicos por segundo, cuando lo mínimo es 1,2. Para los próximos días la probabilidad de que llueva es de 33 %.

El río Paute alimenta a Molino, Mazar y Sopladora. En esa fuente hídrica, el caudal va a la baja y el promedio de agosto es el menor de los últimos 14 años.

El problema es que en los embalses de las hidroeléctricas debe haber un mínimo de agua para garantizar la generación óptima. Por ejemplo, en Mazar el nivel mínimo es de 2 115 metros sobre el nivel del mar, esta semana llegó a 2 141.

Si se continúa produciendo energía, pese a que no exista un nivel adecuado de agua, se pone en riesgo la infraestructura de las centrales hidroeléctricas.

La época de estiaje en Ecuador comprende de agosto a octubre de cada año, es decir, es una época predecible, aunque cada vez provoca mayor impacto.

A diferencia del año anterior, cuando hubo el Fenómeno de El Niño, ahora se presentará el Fenómeno de La Niña, lo que implica sequía en la Costa, pero lluvias en la Amazonía.

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2. Colombia decidió exportar a Ecuador solo energía termoeléctrica

Una boya salvavidas para la crisis del año anterior fue la venta de energía de Colombia. Según el Observatorio del Gasto Público, de enero a octubre de 2023, Ecuador pagó a ese país USD 168,85 millones por un total de 984,38 GW/h.

El pasado 16 de agosto de 2024, Colombia restringió la venta para Ecuador. En una resolución se permite únicamente la transacción por energía térmica y cuando haya excedentes, es decir, una vez que se ha satisfecho la demanda nacional.

Desde esa fecha, el Estado ecuatoriano paga en promedio USD 0,30 centavos el kilovatio, o sea el doble de lo que gastaba antes de la decisión del Ministerio de Energía de la nación vecina, aunque dejó de comprar considerablemente y aumentó la producción de las hidroeléctricas, en un 10 a 25 %.

3. Las barcazas, la promesa que no llega a concretarse

El pasado 27 de agosto de 2024, el ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves; el viceministro de Electricidad y Energías Renovables, Rafael Quintero; y el Gerente General de CELEC EP, Fabián Calero, informaron que el Gobierno busca contratar 788 megavatios de potencia adicionales al Sistema Nacional Interconectado.

Según Goncalves, la manera más sencilla para lograrlo, en términos de tiempo, es la contratación de dos o tres barcazas adicionales, porque se conectan rápidamente a la matriz.

Sin embargo, la embarcación de la empresa turca Karpowership, que llegó a Ecuador hace casi un mes, todavía no está operando. Su producción representa solo un 3 % de la demanda nacional y el costo se aproxima a los USD 115 millones.

Por otro lado, la Contraloría audita esa contratación, en un examen especial que estará listo en unos seis meses.

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4. ¿Falta de claridad en la información oficial?

El ministro Goncalves dijo que a Ecuador le cuesta 0,03 USD el kilovatio hora de generación eléctrica. Sin embargo, Jorge Luis Hidalgo, consultor energético, tiene serias dudas de esa declaración.

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Explica que no se están tomando en cuenta los costos de los subsidios a los combustibles ni valores correspondientes a la infraestructura para la generación, transmisión y distribución. Cuenta que en 2018 se hizo un cálculo más transparente, que llegaba a ocho centavos.

Es decir, con la crisis actual, el costo debería ser mayor.

Al no haber claridad en ese tema, hay un alto riesgo de quiebra, porque no hay una dimensión real del déficit.

Además, no se puede calcular eficientemente cómo administrar los recursos para la crisis. Según el mismo Ministro, superar la crisis tomará unos cinco años y unos USD 10 446 millones.

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