Crisis energética: ¿Acciones improvisadas y falta de experiencia?

Los pronunciamientos del presidente del Ecuador Daniel Noboa sobre la crisis energética han sido escasos. El más reciente fue el miércoles 9 de octubre de 2024, durante la sesión solemne del Gobierno por los 204 años de Independencia de Guayaquil.

Sus declaraciones fueron cortas. Y refirió que la situación que atraviesa el país se debe a malas decisiones del pasado, que han hecho que se dependa únicamente del clima.

Noboa habló de la situación energética horas después de que Antonio Goncalves dejara el Ministerio de Energía la mañana del 9 de octubre. Su salida se dio en medio una nueva medida que aumentaba los cortes de luz programados a 10 horas.

Goncalves fue la tercera persona en asumir el cargo durante los 10 meses que lleva la administración de Daniel Noboa. La primera titular fue Andrea Arrobo, en noviembre de 2023. Ella dejó el Ministerio de Energía en abril de 2024, cuando ocurrieron las primeras desconexiones de energía por emergencia.

Arrobo incluso fue denunciada por un supuesto sabotaje al sector eléctrico. La investigación en la Fiscalía fue por paralización de un servicio público. El discurso del Ejecutivo en ese entonces que se abrieron las compuertas de la central Mazar en el Austro. 21 funcionarios más también fueron señalados.

Luego de Andrea Arrobo, el ministro de Transporte y Obras Públicas Roberto Luque tomó la batuta. El presidente Noboa lo puso como encargado de la cartera energética.

Luque dejó el encargo el 2 de julio de 2024, cuando asumió Antonio Goncalves. Ahora, la batuta de la crisis energética está en manos de Inés Manzano, ministra de Ambiente, a quien Noboa le pidió manejar el Ministerio de Energía. (Ver línea del tiempo)

Para el ex ministro de Energía, Alberto Acosta Espinosa, la actual administración estatal se ha "caracterizado por la improvisación". Dijo que hay una incapacidad de abordar los temas y que se quiere favorecer la privatización del sector eléctrico.

Acosta señaló que se conocía de que venían estiajes cada vez más fuertes. Algo que incluso, el Gobierno admitió. Parte del discurso oficial sobre la situación energética y los cortes, ha sido que el Ecuador atraviesa la peor sequía de los últimos 61 años.

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El 16 de septiembre de 2024 justamente, el Ejecutivo anunció más cortes de luz programados. En ese entonces, la medida solo era para días puntuales para la semana del 23 de septiembre y la que le seguía.

Luego, el horario de los apagones se redujo para los primeros días de octubre. Finalmente el 9 de octubre, en el inicio de las fiestas de Independencia de Guayaquil, se anunció que los cortes serían de 10 horas. Esto tras discrepancias con el sector industrial, que en un primero momento era el que iba a tener apagones prolongados.

Para el exministro Acosta, se necesita una estrategia para tener transiciones claras y fijar una línea a seguir en el mediano y largo plazo. Añadió que se requieren acciones simultáneas e impulsar otras formas de generación eléctrica.

Acosta detalló que se debe ver cuántas plantas termoeléctricas están activas, cuáles necesitan mantenimiento o ser sustituidas. Esto acompañado de obras fundamentales como la construcción de plantas eléctricas, proyectos eólicos. Así mismo, buscar fuentes de energía geotérmica.

El exministro reflexionó de que los proyectos hidroeléctricos más grandes tienen una enorme fragilidad y que en momentos de estiaje, sufren graves problemas. Por eso, apuntó a la opción de tener un sistema hidroeléctrico más descentralizado con pequeñas y medianas centrales, sumado a las energías alternativas.

El analista Abelardo Pachano, también coincide que se deben buscar soluciones prácticas que sean confiables y viables. Esto para tener resultados sostenibles y una mejor administración de la infraestructura estatal de las hidroeléctricas.

Durante una reciente entrevista en el programa Contacto Directo, Pachano dijo que el Estado no tiene recursos. Por eso, no habría otro camino para enfrentar la situación que buscar una política energética que concilie la realidad actual y el aporte de una inversión privada que genere nuevas fuentes de producción.

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