Conflicto México-Ecuador: ni las elecciones aztecas ni la intervención de un mediador son soluciones a corto plazo

México y Ecuador no han logrado superar la crisis diplomática desatada por la invasión de la policía ecuatoriana en la Embajada mexicana en Quito, para tomar preso a Jorge Glas. La vía para terminar con el impasse todavía no se vislumbra.

Por un lado, se habla de la intervención de un país mediador, que lidere las negociaciones entre ambas naciones; y por otro, hay expectativa por las elecciones en México, que serán el 2 de junio de 2024. ¿Cuál será la vía inmediata para recomponer las relaciones binacionales?

Cuando Ecuador cambia de Presidente, las nuevas perspectivas del gobierno se imponen en todos los ámbitos, incluso en las relaciones internacionales. Sin embargo, en México no ocurre lo mismo. El docente universitario e internacionalista, Santiago Carranco, explica que la política exterior mexicana tiene una larga trayectoria que se mantiene bajo los mismos parámetros, sin que sea determinante quién dirige el país.

En ese sentido, el experto ve poco probable que la situación cambie con la llegada del siguiente gobierno, que asumirá funciones el 1 de octubre de 2024.

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El reemplazo de Andrés Manuel López Obrador, se escogerá entre tres candidatos: Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México y la opción del oficialismo; la exsenadora Xóchitl Gálvez; y el diputado federal en licencia Jorge Álvarez Máynez.

Todos se han mostrado en desacuerdo con la actuación de Ecuador, al ingresar a la fuerza al recinto. Gálvez dijo que las sedes diplomáticas son inviolables; Álvarez aseguró que hubo un "atentado contra la soberanía"; y Sheinbaum señaló el hecho como una "afrenta a la diplomacia".

Sin embargo, según las encuestas, la candidata oficialista, Claudia Sheinbaum, es quien tiene más posibilidades de llegar a la Presidencia. Es decir, con mayor razón se mantendrían las decisiones que hasta ahora ha impulsado López Obrador, incluso con el mismo equipo de diplomáticos.

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Lo único que podría variar es la condición que ha establecido el país azteca para encaminar una reconciliación: la entrega de Jorge Glas. Ese escenario tiene cabida solo si ganara Gálvez, quien en las encuestas ocupa el segundo lugar.

Sin embargo, Carranco explica que para México es sumamente importante el respeto a la condición de asilado, que ya fue otorgada al exvicepresidente ecuatoriano; por lo que, ni con Gálvez se ablandaría su postura

Con cualquier mandatario, una respuesta favorable dependerá de los acercamientos que haga la Cancillería de Ecuador, donde tampoco hay mayor interés de bajar la guardia.

Por otro lado, las elecciones en Ecuador serán en febrero de 2025 y si ahí ganara otro candidato, que no sea Daniel Noboa, se abriría una puerta para cumplir la solicitud de México y liberar a Glas.

Alicia Bárcena, Secretaría de Relaciones Exteriores de México, dijo, en entrevista con Grupo Fórmula, que busca que un tercer país resguarde los bienes de su Embajada en Quito. Esas declaraciones se interpretaron como que estaría interesada en que un mediador establezca un diálogo con Ecuador.

Sin embargo, ayer, 29 de mayo de 2024, la funcionaria aclaró que México no está interesado en conversar y que cualquier intercambio será ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde se han presentado denuncias contra ambas partes.

La canciller mexicana indicó que el país que podría desempeñar el rol de proteger los bienes que están en Quito sea Suiza, de esa manera se evitaría una cercanía con Ecuador.

Gabriela Sommerfeld, ministra de Relaciones Exteriores, dijo el 28 de mayo, a AP, que México buscaba ese "canal de comunicación diplomático" y que Ecuador está dispuesto a reanudar el diálogo en cualquier momento. El 29 de mayo, Sommerfeld ratificó que ese será el rol de Suiza y que México estaba de acuerdo con ello.

El internacionalista Esteban Santos dice que la declaración de Sommerfeld se contrapone con la de Barcená, por lo que estaría dando información imprecisa o falsa.

Carranco dice que si en algún momento ambos países acordaran la mediación de un tercero, este debería tener la confianza de los dos gobiernos y demostrar vasta experiencia diplomática.

Ciudadanos mexicanos y ecuatorianos están pagando la factura de la ruptura de las relaciones entre ambos países.

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En ninguno de los dos países hay representación del otro, lo que complica a cientos de migrantes, estudiantes o turistas que necesitan hacer trámites de todo tipo.

De hecho, la aerolínea Aeroméxico ya confirmó el cierre de operaciones en Ecuador, debido a la baja demanda de pasajes aéreos.