El año más violento: 2023 alcanza cifra récord de asesinatos en Ecuador
Ecuador supera las 7 000 muertes violentas, la cifra más alta en toda su historia. Aquí los detalles.
El 2023 cierra con un sombrío récord en Ecuador: más de 7 000 muertes, superando la cifra histórica del año anterior. La alarma crece al observar las tasas de homicidio, proyectando que, de alcanzar las 7 500 muertes hasta el 31 de diciembre, la tasa sería de 45 por cada 100 000 habitantes, colocando al país como el más violento de América Latina, según el Observatorio del Crimen Organizado.
En los últimos 12 meses, los ecuatorianos han presenciado eventos que desafían toda lógica, en un país que parece haber vivido de todo, desde el asesinato de un candidato presidencial hasta múltiples masacres, entre esas, la de una familia entera, incluyendo niños.
Así la violencia, incluso, se ha colado entre las principales causas de muerte en Ecuador. En el 2022, los homicidios ocuparon el cuarto lugar, detrás de enfermedades cardíacas, la diabetes y enfermedades cerebrovasculares. Sin embargo, con las cifras actuales, se proyecta que se convertirá en la segunda causa de muerte.
¿Cómo llegamos aquí, qué implica y existe una salida? Aquí los detalles.
La corrupción e impunidad, entre las razones detrás de la violencia
Ecuador no se había caracterizado por ser un país sumido en la violencia como hoy. Fue a finales de 2019 cuando todo cambió, así lo explica el Observatorio. En un informe expone que durante ese periodo el país inició un proceso de "atomización del crimen organizado", es decir, un mayor número de organizaciones criminales transnacionales como el Cartel de Sinaloa y las redes balcánicas buscaron establecer negocios vinculados al narcotráfico en el país.
Por otro lado, la pandemia provocada por el covid-19 generó una problemática adicional en el entorno criminal ecuatoriano; las restricciones de movilidad y el confinamiento "modificaron las plazas y el control territorial de organizaciones más pequeñas".
A ello se sumó, según las autoridades, el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña o JL, entonces cabecilla de Los Choneros, provocando una sangrienta disputa por el territorio y por ocupar su lugar. Las cárceles fueron el primer epicentro de la violencia. Los enfrentamientos entre estas bandas causaron múltiples masacres que han dejado más de 500 reos muertos desde 2020.
Tal como explica el Observatorio, el narcotráfico, declarado el principal enemigo del Estado en 2022, se convirtió en la manifestación predominante del crimen organizado en Ecuador. Producto de ello se diversificaron los delitos como: la corrupción, la extorsión, el tráfico de armas y el lavado de activos. Por lo que la violencia rebasó los límites de la prisión y llegó a las calles, los barrios, hospitales, escuelas, y, ahora, carreteras.
Si lo anterior explica las razones de cómo la violencia se encrudeció en Ecuador, el caso que mejor lo ejemplifica es Metástasis, donde se evidencia cómo el narcotráfico se infiltró en la justicia y la Policía Nacional, involucrando a jueces, abogados, fiscales, guías penitenciarios e incluso a un exgeneral.
Según Jean Paul Pinto, analista de seguridad, además, este caso revela la razón subyacente por la cual la lucha contra la criminalidad ha sido tan difícil: "Nos ha demostrado que somos un 'narcoestado', y es probable que aparezcan otros casos similares. Es complicado combatir la delincuencia y aplicar medidas efectivas cuando todo está infiltrado".
Renato Rivera, coordinador del Observatorio, coincide con esta evaluación, destacando que el caso ha destapado la contaminación en las instituciones estatales y su alta vulnerabilidad ante el crimen organizado.
La cifra actual de homicidios, explica Rivera, demuestra el interés del crimen organizado por controlar el territorio y tener legitimidad a nivel internacional. Pero, más allá de eso, supone un riesgo significativo para la economía interna del país, ya que Ecuador se posiciona como un escenario difícil para el turismo y las inversiones.
"El riesgo de ser asesinado es tan alto en el país actualmente que representa un riesgo significativo para el turismo y las inversiones", dice Rivera.
Las acciones urgentes para reducir la violencia en el 2024
El nuevo gobierno de Daniel Noboa ha revelado a cuenta gotas las acciones para combatir la inseguridad, generando incertidumbre respecto a la efectividad de las acciones planificadas, especialmente en lo que respecta al Plan Fénix, del cual se poseen escasos detalles.
El analista de seguridad Jean Paul Pinto, sin embargo, muestra escepticismo respecto a la colaboración entre las Fuerzas Armadas y la Policía, señalando que este modelo no ha demostrado eficacia en países como México, Brasil y Colombia. Aunque reconoce la necesidad de esta colaboración debido al desbordamiento de la capacidad policial, considera que se debe priorizar la participación en las áreas más conflictivas y fortalecer las capacidades de inteligencia.
Pinto destaca que, hasta el momento, tras un mes de gobierno, no se ha implementado medidas concretas, y señala que Ecuador ocupa el puesto 11 en crimen organizado debido a su elevada criminalidad y baja resiliencia. Esto último refleja una limitada capacidad para enfrentar el crimen, evidenciada por altos niveles de impunidad, corrupción en el sistema de justicia y carencias en equipamiento.
Por otro lado, Renato Rivera, director del Observatorio, identifica tres acciones esenciales que el Gobierno debe emprender. En primer lugar, la reducción de los homicidios, destacando la necesidad de focalizar esfuerzos en la provincia de Guayas, que concentra el 49% de estos casos. Además, resalta la urgencia de rehabilitar el sistema penitenciario y reformular la política carcelaria. Por último, sugiere contrarrestar las economías ilícitas fortaleciendo el trabajo de la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE).
Ante este panorama, la ciudadanía aguarda acciones concretas para abordar la creciente violencia que ha dejado a Ecuador en una situación crítica.
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