24 jun 2024 , 17:26

Candidatos 2025: los partidos de alquiler y las propuestas efímeras son parte de la dinámica electoral

Entre los precandidatos a las elecciones de 2025 ya se identifican los partidos de alquiler.

Ecuador se encuentra en un año electoral, lo que implica que las organizaciones políticas están en busca de los perfiles idóneos para las candidaturas al binomio presidencial y a la Asamblea Nacional, en el marco de las votaciones que se celebrarán en febrero de 2025.

Idealmente, esta tarea debería ser un ejercicio democrático interno en los partidos y movimientos, mediante asambleas en las que los militantes elijan al mejor perfil. Sin embargo, en los últimos años, estos procesos se han reducido considerablemente y, en la mayoría de los casos, las organizaciones políticas se han convertido en simples vehículos para personajes que buscan alcanzar el poder. También hay otros en los que prima el criterio del líder de la organización.

Incluso, las ideologías y la formación política queda a un lado, tanto para las organizaciones que promulgan cierta tendencia, como para los políticos que van de una antípoda a otra.

Ocurrió con el presidente Daniel Noboa, quien participó en las elecciones anticipadas de 2023 con una alianza entre los movimientos Pueblo, Igualdad y Democracia (PID) y Mover (antes Alianza País), ambos promulgan una ideología de izquierda, aunque el mandatario se define a sí mismo como alguien de centro-derecha.

¿Sabías que?
En el registro de organizaciones políticas están habilitadas 17 partidos y movimientos nacionales y 61 provinciales.

Ahora, en las elecciones de 2025, los políticos comienzan a anunciar sus candidaturas.

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Andrea González, quien en las anteriores elecciones participó como candidata a la Vicepresidencia, junto con Fernando Villavicencio, por Construye. Ahora, se presenta como la opción presidenciable del Partido Sociedad Patriótica (PSP) de Lucio Gutiérrez, donde nunca antes ha militado y de tendencia de izquierda populista, diferente a la anterior que tenía una línea afín a la derecha.

Algo similar ocurre con Pedro Granja, el abogado guayaquileño que fue activista a favor del correísmo, ahora participará con el Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), donde no ha tenido participación antes.

También están los personajes que anuncian su candidatura sin tener organización política que les respalde, seguramente confiados de que algún partido se prestará. Por ejemplo, Edwin Ortega, fundador del movimiento Gente Buena, en el que militaba Villavicencio; también el general en servicio pasivo, Víctor Araus, que participaría por primera vez en la política electoral.

Hay otras organizaciones políticas en las que tradicionalmente el líder escoge a los candidatos o al menos influye para que sean los representantes. Es el caso del Partido Social Cristiano y de la Revolución Ciudadana, en ambos casos todavía no se ha definido el binomio presidencial.

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¿Por qué las organizaciones políticas no tienen candidatos formados en sus filas?

Lo que está ocurriendo en las elecciones de 2025 es lo mismo que ha pasado en la historia política de Ecuador, por lo menos, durante los últimos 20 años.

Para Ruth Hidalgo, directora de Participación Ciudadana, el problema está en que hay pocas organizaciones políticas robustas que tengan una militancia consolidada o programas de formación para sus miembros. Explica que esos espacios permiten un intercambio de ideas y un compartir de la visión democrática para el país desde la ideología de la organización.

Al no existir esa estructura, cuando viene la época electoral, los partidos buscan perfiles en espacios donde priman figuras públicas, que no necesariamente coinciden en los valores de los partidos o movimientos.

Germán Rodas, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción, identifica otras dos posibles causas. La primera es lo que él denomina la "judicialización de los partidos", haciendo referencia a la exigencia de condiciones para que una organización mantenga su estatus de partido o movimiento, como porcentajes de votos y firmas.

A lo anterior, se suma que el debate que se instaura en la opinión pública, alrededor de temas de interés nacional, es superfluo. Las organizaciones siguen esa corriente, y promueven candidatos que se limitan a emitir mensajes vacíos en TikTok.

El riesgo de eso, para Rodas, está en que personas que no tienen conocimiento de lo público terminan ejerciendo el poder.

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Los discursos de los políticos se centran en problemas coyunturales y no estructurales

Rodas e Hidalgo coinciden en que los políticos centran su agenda, discurso, e incluso imagen en el tema coyuntural de turno. En 2021, todos los candidatos hablaban de sus recetas para vencer la pandemia y garantizar la vacunación; en 2023, en cambio, el tema central era la violencia e inseguridad, así como la recuperación de la institucionalidad. Ahora, los analistas creen que quienes participen en los comicios seguirán ofreciendo soluciones contra la violencia.

Sin embargo, ven con preocupación que no se planteen propuestas reales a los problemas del país, que impliquen proyectos a largo plazo, para solucionar temas como la situación del seguro social o la situación fiscal.

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