En cinco meses, la Asamblea pasó de las alianzas maduras al todos contra todos

La tónica de una Asamblea Nacional con enfrentamientos, enemistades y votaciones móviles no es ajena para los ecuatorianos, pero sí es nueva en este periodo legislativo.

Las bancadas de ADN, Construye, Revolución Ciudadana y Partido Social Cristiano (PSC) tienen cada una su propia agenda. El pacto que se había logrado los primeros meses ha quedado disuelto.

El oficialismo ya no tiene la cancha a su favor, en la última sesión del pleno se demostró que a la oposición le es posible conseguir los votos para tumbar la objeción del Presidente a las leyes.

Bajo ese nuevo escenario, las acusaciones y alianzas temporales entre grupos políticos van y vienen.

La Revolución Ciudadana, el PSC y Construye tienen en común su enemistad con el oficialismo.

La irrupción en la Embajada de México, por parte de la Policía de Ecuador, para tomar preso a Jorge Glas, fue el punto de quiebre para la ruptura del pacto del correísmo con el oficialismo. En una rueda de prensa, la bancada de la Revolución Ciudadana se declaró como oposición.

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Desde ese día, cada error del gobierno ha sido aprovechado políticamente por el correísmo. Por ejemplo, en la fiscalización alrededor del escándalo de Olón, que salpica al presidente Daniel Noboa; su esposa, Lavinia Valbonesi; y varios ministros de Estado, como la titular de Ambiente, Sade Fritschi, la Revolución Ciudadana lo llama ecocidio y utiliza la Comisión de Gobiernos Autónomos, en la cual tienen el control, para tramitar el caso.

En cambio, el Partido Social Cristiano (PSC), tomó la decisión de dar un paso al costado por el "robo de asambleístas". Los directivos de esa organización acusaron al oficialismo de cabildear y ofrecer beneficios a cambio de sus votos. Sin embargo, hay la particularidad de que el presidente de la Asamblea, que viene del PSC, Henry Kronfle, tiene una cercana relación con el Mandatario.

Sobre el caso Olón, dijo que hay que permitir las investigaciones pero que está confiado de que Noboa no está inmerso en situaciones irregulares.

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Construye, por su lado, siempre se ha declarado como oposición, aunque han respaldado varios proyectos del oficialismo. A raíz de la resolución del Tribunal Contencioso Electoral (TCE), que cancelaba el movimiento, se radicalizó su discurso contra el Presidente.

ADN ha crecido al doble. Pasó de tener 17 asambleístas a 33, aunque eso no le es suficiente en la Asamblea.

La última semana ha sido una muestra de cómo el oficialismo se ha quedado solo en casi todos los temas. ADN no tuvo poder de maniobrar para evitar la injerencia de la Asamblea en el veto del Mandatario sobre la ley de desconexión digital laboral. De hecho, 15 prefirieron ausentarse y 19 se abstuvieron, mientras que, del otro lado, 101 votaron a favor de mantener el texto aprobado por la Asamblea.

Algo similar ocurrió en la aprobación del proyecto de ley para asegurar la Asignación Directa y Oportuna de Recursos a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD). De aplicarse esa propuesta, el Gobierno pierde la capacidad de administrar esos recursos y pasarían directamente a los gobiernos locales. Es decir, no le convenía al oficialismo.

Jorge Acaiturri, asambleísta del PSC; María Paula Romo, dirigente de Construye; y Viviana Veloz, asambleísta del correísmo, aseguran que su oposición al Gobierno no es irracional y que, si salen propuestas que consideren, apropiadas para el país, las respaldarán.

En la práctica, eso dependerá de cada tema a debatir. En el caso del juicio político a la Fiscal Diana Salazar, PSC, Construye y ADN votarían en contra, según lo que han dicho sus representantes.

Pero si se presenta una ley del Gobierno que genere mínimos cuestionamientos en la opinión pública, lo previsible es que PSC, Construye y RC voten juntos.

Los enfrentamientos en la Asamblea no han faltado.

La asambleísta Ana Galarza, de Construye, dijo en una entrevista radial que el presidente Daniel Noboa amenazaba a los legisladores de ADN con colocar droga en sus vehículos si dejaban la bancada.

Ante ello, el oficialismo salió a desmentir lo dicho indicando que Galarza cometió el delito de difamación.

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El discurso de ADN, en cambio, se centra en sostener que el correísmo y Construye votan juntos. Los asambleístas de este movimiento dicen que de 22 votaciones, 19 han sido en conjunto entre ambas bancadas, en contra del Gobierno.

Sin embargo, Lupa Media, una iniciativa de verificación de noticias, desmintió lo dicho y asegura que son 25 votaciones y que solo en 10 han votado en conjunto y de esas, solo en tres emitieron resoluciones hacia el Presidente.

Por su lado, el correísmo no solo que lanza sus dardos contra el Gobierno, sino también contra el PSC. Tras la suspensión temporal de la legisladora Mónica Palacios, la RC dijo que eso responde a un complot entre el socialcristianismo y el oficialismo.

Paola Cabezas, también del correísmo, protagonizó un cruce de palabras con Kronfle, en medio del Pleno cuando se pretendía aprobar el pedido de comparecencias por el caso Olón. Cabezas le dijo que tiene una posición al respecto porque es amigo del Presidente y su familia.

Eso desembocó en un pedido de apelación que solo tuvo 42 votos a favor.