El correísmo enfrenta tres desafíos de cara a las elecciones de 2025
A menos de siete meses de las elecciones generales de 2025, la Revolución Ciudadana todavía no define a su candidato.
Ecuador escogerá a su próximo Mandatario en febrero de 2025 y de los resultados de esas elecciones dependerá el rol que asuma en adelante la Revolución Ciudadana (RC), organización política, que lleva dos procesos electorales de binomio presidencial sin ganar.
Aunque el correísmo consigue resultados favorables en los comicios seccionales y de asambleístas, cuando se trata de elegir al jefe de Estado solo logra una victoria parcial en la primera vuelta, pero para la segunda y definitiva contienda no alcanzan los votos, su techo es de entre el 47 y el 48 %, tal como ocurrió en 2021, cuando ganó Guillermo Lasso, y en 2023, con Daniel Noboa.
Frente a esa nueva coyuntura, la organización liderada por el expresidente Rafael Correa debe seleccionar a su próximo candidato con la capacidad de conciliar.
El correísmo arrastra una imagen asociada a casos de corrupción
Los líderes de la Revolución Ciudadana, Rafael Correa y Jorge Glas, se han visto salpicados en investigaciones de corrupción. A ellos se suman otros representantes, que se desempeñaron como ministros, por ejemplo: Fernando Alvarado, María de los Ángeles Duarte, Walter Solís, Ricardo Patiño, Alexis Mera o Ramiro González.
En el caso Metástasis, una investigación por corrupción en el sistema judicial, también hay personajes asociados al correísmo. El exasambleísta de la Revolución Ciudadana, que integró el Consejo de Administración Legislativa (CAL) en el periodo anterior, Ronny Aleaga, presuntamente era el operador político en el Legislativo del narcotraficante asesinado Leandro Norero.
Además, en los chats de Mayra Salazar, un personaje clave para develar la estructura criminal de Metástasis y Purga, aparece la alcaldesa de Simón Bolívar, María Fernanda Vargas, con quien trabajó en la campaña. También hay conversaciones en las que Salazar dice que viajará a México para una "reunión con RC". La organización política se deslindó de cualquier vinculación.
El caso más reciente, bautizado triple A, afecta al alcalde de Guayaquil, electo por la Revolución Ciudadana, Aquiles Álvarez. Se trata de una nueva investigación de la Fiscalía por presunta comercialización ilegal de combustibles, que se desprende de una denuncia presentada por el Gobierno.
Los militantes reclamaron la imagen que utilizó el Ministerio Público. Aducen que hay similitudes con el logo de la Revolución Ciudadana e insisten en que la institución les persigue políticamente.
La politóloga Madeleine Molina explica que, más allá de que los casos tengan sustento o no, la imagen de la Revolución Ciudadana se ha asociado a la corrupción, incluso por los constantes discursos de sus opositores.
Sin embargo, cuestiona los métodos que han utilizado para desmitificar ese relato, por ejemplo, en el juicio político al cuestionado expresidente del Consejo de la Judicatura, Wilman Terán, quien dijo haber recibido presiones para sentenciar al expresidente Correa, los asambleístas del bloque correísta votaron en contra y le salvaron.
Lea más: El candado del correísmo es la clave para que Wilman Terán y Maribel Barreno se salven de la censura
El analista político Giusseppe Cabrera explica que el correísmo cuenta con una importante base de electorado que le hace la primera fuerza política en el país, sin embargo, la clave para crecer podría estar en convencer a otros ciudadanos de que los casos que se les imputa no tienen sustento.
Al interior de la Revolución Ciudadana hay dos vertientes
Al interior de la RC hay quienes defienden la postura de que Rafael Correa debe mantener el monopolio de las decisiones y conservar su liderazgo confrontativo. Mientras, hay otra tendencia que plantea alianzas con organizaciones sociales de izquierda y la diversificación en el mando, sin dejar de lado la figura del expresidente pero evitando su participación, por ejemplo, en redes sociales.
El próximo 10 de agosto de 2024 está previsto que se elija al candidato que participará en 2025 por esa organización. Son cuatro opciones:
La analista Molina considera que la RC debe buscar la alternativa más conciliadora y a quien tenga menos cuestionamientos por sus anteriores funciones.
Cabrera explica que al soltar esos cuatro nombres, el correísmo busca medir la popularidad y aceptación que tienen los personajes para tomar una decisión con más conocimiento, a diferencia de las anteriores elecciones.
Lea más: Ya son 10 los actores políticos con los que Daniel Noboa se ha peleado en lo que va del Gobierno
Es clave la postura del correísmo en los meses que le quedan a Daniel Noboa
El correísmo tuvo un acuerdo con el presidente Daniel Noboa que se rompió cuando él dio la orden de tomar preso a Jorge Glas en la Embajada de México.
Desde entonces, el distanciamiento ha crecido al punto de que Correa y Noboa intercambian ataques periódicamente en redes sociales.
Eso contrasta con los acercamientos que tuvo el actual presidente con dos figuras importantes de la RC: Marcela Aguiñaga y Leonardo Orlando, prefectos de Guayas y Manabí, respectivamente. Y también con la decisión conjunta de nombrar a Mario Godoy como titular del Consejo de la Judicatura, mediante las influencias de ambos grupos políticos en el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).
Para los analistas, es clave que el correísmo escoja a su adversario político. En ese sentido, las primeras victorias o fracasos podrían depender de la agenda de fiscalización que impulsen. De momento, tendría posibilidades de conseguir la censura y destitución en el juicio político contra la ministra del Interior, Mónica Palencia, pero no contra la canciller Gabriela Sommerfeld.
Recomendadas