10 meses de la Asamblea y la credibilidad continúa empañada

La tensión entre la Asamblea Nacional y el Gobierno de Guillermo Lasso se agudiza. Este 24 de marzo de 2022, el proyecto de Ley de Inversiones fue archivado, pues no alcanzó los 70 votos necesarios para aprobarse.

Durante la sesión hubo más de una anomalía. Por su parte, la presidenta de la Asamblea Guadalupe Llori se ausentó de la votación mientras que, el ponente del proyecto Daniel Noboa, asambleísta independiente no regresó al Legislativo con el texto final. Luego emitió un comunicado en Twitter, afirmando que "lo más sensato es irnos a nuestras casas y llamar a la muerte cruzada”.

Así, la Asamblea a dos meses de cumplir un año vive un panorama político inestable, incluso, con un posible escenario de que sea disuelta. Ante ello, analistas consultados por Ecuavisa.com exponen las claves de su gestión en lo que va de este periodo.

BLOQUEOS Y FALTA DE CONSENSOS

"Estamos frente a un Legislativo que se le dificulta generar consensos y no ha logrado llegar a acuerdos entre las distintas bancadas", expone Marcelo Espinel, subdirector de Fundación Ciudadanía Desarrollo (FCD).

Para Espinel la inestabilidad ha marcado la gestión de la Asamblea, dando una imagen de ingobernabilidad en el país. En ese sentido, el analista resalta que los proyectos de Ley impulsados desde el Ejecutivo, "no han sido tratados con agilidad, lo que pone en evidencia la dificultad o la imagen de desconexión entre el Ejecutivo y el Legislativo".

En la misma línea, el analista político Arturo Moscoso, destaca que pese a la crisis económica y de seguridad que enfrenta el país, "la Asamblea se ha dedicado a bloquear todo lo que el Ejecutivo ha propuesto sin dar alternativas".

Es que, de los 6 proyectos presentados por el Primer Mandatario, ninguno ha sido aprobado por la Asamblea. Salvo la reforma tributaria que entró en vigor por el Ministerio de la Ley. De hecho, de las 12 leyes aprobadas en lo que va del periodo, el 50% es parte de la agenda parlamentaria ‘Minga por el Ecuador’.

ANTIGUA IMAGEN PERSISTE

Asimismo, ambos analistas destacan que el Legislativo tampoco ha logrado mejorar la credibilidad de la institución que, durante el periodo anterior registró uno de los índices más bajos, menos del 10%.

Para la politóloga Wendy Reyes, el Legislativo inició mal, lo que provocó un desgaste político prematuro. Escándalos por supuesta corrupción que, involucraron a la presidenta de la Asamblea, así como otros asambleístas (ver gráfico interactivo), marcaron los primeros 100 días del Legislativo.

Además, el Primer Mandatario reveló, ayer 27 de marzo, los nombres de cinco asambleístas que habrían intentado chantajearlo "aquellos legisladores habrían pedido beneficios económicos para sí a cambio de consignar su voto a favor de la propuesta de ley”, dijo.

Más escándalos que afectan a la ya deteriorada imagen del Legislativo. En ese sentido, la analista cita a la encuestadora Perfiles de Opinión, "en julio del año pasado su nivel de aprobación era de 33%, y ahora, en este mes de marzo se situó en 15%". Lo que quiere decir que 1.5 de cada 10 ecuatorianos aprueba la gestión de la Asamblea, recalca.

MÁS JUICIOS QUE LEYES APROBADAS

Otro eje de la gestión del Legislativo, destacado por Espinel, es su rol de fiscalizador. Es que en menos de un año la Asamblea ha impulsado 14 juicios políticos, según el registro de FCD.

Aunque entre las atribuciones del Legislativo consta no solo la generación de leyes también su rol de fiscalizar, para Espinel los procesos no han sido eficaces, "en materia de fiscalización aún siguen quedando muchas deudas, pese a que existen 14 solicitudes de juicios políticos muchas de ellas son resueltas cuando las autoridades interpeladas ya han abandonado el país o ya no ocupan los cargos".

Concuerda con ello, el analista Moscoso, quien insiste en que "no se puede usar la fiscalización como herramienta de presión (...) La fiscalización debe ser seria".

Para Reyes los juicios que se llevan en la Asamblea, ante la ciudadanía, no son procesos que respondan a sus necesidades, "los ciudadanos no ven resultados, tanto la Asamblea como el Gobierno tenían que resolver la crisis económica, el desempleo, la crisis sanitaria, y la crisis de gobernanza, pero se siguen profundizando".