El anuncio del famoso y polémico rapero genera muchas dudas.
Después de que el rapero y eterno polemista Kanye West anunciara, el Día de la Independencia de Estados Unidos, su intención de presentarse a las elecciones presidenciales, muchos se preguntan si hay posibilidades reales o todo encaja en una maniobra de promoción personal.
Por surrealista que parezca en otras partes del mundo, la noticia no desentonó tanto en un país que posee un variado historial de celebridades del entretenimiento que han dado el salto a la política, con Ronald Reagan, Arnold Schwarzenegger, Clint Eastwood y el propio Donald Trump como fichajes destacados.
Además, West ya había especulado sobre su incursión en la política en varias entrevistas y discursos grandilocuentes de galas de premios.
Pero el aviso reciente es el más firme hasta la fecha: En una fecha señalada, con el lema "2020 VISION" y, esta vez sí, respaldado por su mediática esposa Kim Kardashian West.
¿Va en serio la pareja más mediática de Estados Unidos en su salto a la política?
WEST NO HA SEGUIDO LOS PASOS NECESARIOS
Pues, en principio, no lo parece.
A falta de cuatro meses para los comicios, el músico no ha registrado oficialmente su candidatura en la Comisión de Elecciones Federales -Federal Election Commission (FEC)-, aseguró este martes un portavoz del organismo.
Tampoco ha presentado una campaña, ni ha desplegado ninguna recogida de firmas y mucho menos negociado ser el candidato de alguno de los partidos minoritarios de Estados Unidos.
Aún tiene tiempo, pero el plazo para registrarse como independiente ha expirado en un puñado de estados, algunos tan populosos como Nueva York y Texas.
¿SE BATIRÁ CON TRUMP?
La otra opción, más improbable, es que West se registre en las filas demócratas o republicanas, los únicos partidos que ofrecen opciones reales de formar Gobierno y que tienen en Joe Biden (demócrata) y Donald Trump (republicano) sus, más que seguros, candidatos.
El movimiento sería confuso, pues aunque West simpatizó con Barack Obama en el pasado, últimamente se deshace en halagos por Trump.
En 2018, llegó a reunirse con el actual mandatario -y candidato a la reelección- en la Casa Blanca para conversar sobre la violencia y el sistema penitenciario.
Ataviado con una gorra roja con el lema "Make America Great Again", el célebre músico calificó entonces de héroe a Trump y le dio las gracias por hacerle sentir "como Superman".
LA OPCIÓN MÁS REALISTA: ESCRIBIR SU NOMBRE EN LAS PAPELETAS
Con ese escenario, el sistema electoral estadounidense aún deja una opción posible: que los votantes escriban su nombre en las papeletas.
Para ello, tendría que desplegar una enorme campaña promocional y el método no está permitido en todos los estados.
Dinero, fama y exposición tiene. De sobra. Según la revista Forbes es la estrella mejor pagada en 2020. Aunque debería maquillar un currículum repleto de polémicas y abruptos de egocentrismo como cuando dijo que es "el mayor artista de todos los tiempos" al presentar su disco religioso "Jesus is King".
LA OPCIÓN MÁS PROBABLE: PROMOCIÓN PERSONAL
Pocos niegan los méritos artísticos de West, uno de los raperos más influyentes con discos aclamados como "My Beautiful Dark Twisted Fantasy" y "Yeezus", pero el personaje mediático ha eclipsado al artista.
West anunció su "candidatura" presidencial días después de adelantar una nueva canción y un álbum titulado "God's Country".
El músico y la familia Kardashian son expertos en ocupar titulares y sacar rédito a cualquier aspecto de su vida, desde una enemistad con Taylor Swift exprimida durante una década a su reencuentro con la religión.
EN ESTADOS UNIDOS - Y CALIFORNIA - VOTAN A SUS FAMOSOS
Con todo analizado, tampoco sería tan raro que West participara en un debate presidencial.
Reagan era actor de Hollywood cuando se cambió del progresista Partido Demócrata al lado conservador y llegó a ser uno de los inquilinos más recordados de la Casa Blanca.
Antes de presidir el país, Reagan gobernó California, legado que recogió Arnold Schwarzenegger con una candidatura que apodó "Governator" como guiño a "Terminator".
Clint Eastwood fue alcalde dos años de una pequeña localidad cercana a San Francisco y Trump disfrutó de una etapa como figura televisiva.
Hollywood fabrica estrellas... pero a veces salen políticos.
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