08 nov 2013 , 03:09

“Thor: un mundo oscuro” llega hoy a los cines ecuatorianos

   

En esta ocasión, una amenaza aparentemente imparable se cierne sobre el mundo de Asgard.

Hoy llega a los cines nacionales la segunda parte de “Thor: un mundo oscuro”. En esta secuela, el superhéroe se enfrenta al poder maligno de los elfos oscuros para salvar a los siete reinos. 

 

La cinta dirigida por Alan Taylor vuelve a contar con Chris Hemsworth en el papel principal de Thor, Natalie Portman como la científica enamorada del héroe, Anthony Hopkins como el todopoderoso Odin y Tom Hiddleston, el británico que encarna al popular villano Loki.

 

En esta ocasión, una amenaza aparentemente imparable se cierne sobre el mundo de Asgard y sobre la Tierra, y Thor tendrá que dar un paso adelante para evitar el caos.

 

 

 

Alan Taylor, un veterano de la televisión (“Oz”, “El sexo y la ciudad”, “Los Sopranos”, “Lost”, “Mad Men” y “Juego de Tronos”) ocupó el lugar de Kenneth Branagh en la dirección.

 

Jaimie Alexander, quien retoma la espada de Sif y es la única guardaespaldas mujer de Thor, asegura que “ambos directores tienen un enfoque similar”.

 

“Los dos tenían una idea muy clara de lo que querían y colaboraban mucho con los actores”, declaró la actriz.

 

“Ambos nos dieron una gran libertad creativa y nos dejaron aportar nuestra contribución a la creación de los personajes. Siempre es mejor trabajar en equipo, en lugar de hacerlo con un dictador”, dijo.

 

Cuando se le pidió que describiera las peculiaridades de cada director, Jaimie Alexander señaló que “Branagh creó las bases de la película, sobre las cuales construir todo el resto. Es un gran líder y le dio a la cinta su propio sentido del humor. Había algo shakesperiano en la primera parte”.

 

“La segunda película tiene una tonalidad más sombría, tal vez Alan le insufló un poco del estilo que tiene en ‘Juego de Tronos’. Las escenas de combates son increíbles”, afirmó.

 

Alan Taylor prestó especial atención a la escena de la pelea final, que desempeña brillantemente en mundos y dimensiones paralelas, en un ballet asombroso y a menudo divertido.

 

También retomó varias ideas de la primera parte, incluyendo el efecto cómico que genera la presencia de alguien como Thor, un dios de capa roja y martillo dorado, en lugares demasiado terrenales para él, como el metro londinense.

 

De hecho, “Thor 2″ confirma que la ironía y el humor solapado son la marca de fábrica de las cintas de Marvel, en contraste con la visión mucho más solemne y atormentada que adoptó Warner en sus adaptaciones de Batman y Súperman, los superhéroes de DC Comics.

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