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La princesa Leonor apareció con una nueva imagen después de su escándalo en discoteca
Las fiestas religiosas de la capital de España hicieron lo inesperado, reunir a los polémicos reyes de España junto a sus hijas, la infanta Sofía y la princesa Leonor.
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Leonor de Borbón y Ortiz nació en Madrid el 31 de octubre de 2005. Es la hija mayor del rey Felipe VI y la reina Letizia, y por lo tanto, la princesa de Asturias y heredera al trono de España.( )
La familia real de España volvió a unirse. Después de que Leonor y Sofía se separaran del nido de sus padres -los reyes Felipe y Letizia-, la fotografía familiar parecía cada vez más difícil de conseguir. Cabe recordar que la futura reina empezó su formación militar mientras que su hermana se mudó a Reino Unido por estudios.
En estas fiestas de Semana Santa los monarcas hicieron presencia en el centro de Madrid, acudieron a una procesión en la capital. El pedido de fotografías no hizo falta por parte de los seguidores, las más populares eran las jóvenes, foto por acá, foto por allá, sonrisa en cada una de ellas. Demostraciones de afecto entre la familia, como cualquier otra normal, fueron capturadas por los paparazzis.
Lo que llamó la atención era que Leonor dejó a un lado el aparato dental que usa desde joven, su dentadura luce radiante después del tratamiento de ortodoncia que empezó desde hace tiempo atrás, un hecho que llamó la atención entre los medios de comunicación de su país natal y lo titularon como un "nuevo comienzo" para su imagen.
Sin embargo eso no es lo único en lo que se fijaron, la joven de 18 años parece mucho más segura de sí misma, dejando la timidez que la representaba en sus apariciones públicas a un lado: "Haciendo explicaciones a su hermana, fijándose en los detalles y debatiendo con sus padres", relatan, y apegan las razones detrás al salto que dio después de dar el juramento de la Constitución, más consciente de su papel como heredera.
La relación entre ambas hermanas es otro aspecto que juega un papel importante, siempre cómplices, la infanta Sofía se muestra como una cómplice y acompañante de su hermana en el acto, mientras escucha con atención las historias contadas sobre su oído. Ni hablar de los mensajes secretos entre el rey, y la reina, como papás osos delante de ambas ya no tan pequeñas.
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