Polémica en las cuentas de la fundación del príncipe Harry junto a su esposa Meghan Markle
A pesar de duplicar los ingresos respecto al año anterior, el sector filantrópico sigue vigilante sobre cómo la fundación maneja sus recursos y si ofrecerá más claridad en el futuro sobre las fuentes de su financiación.
La Fundación Archewell, creada por el príncipe Harry y Meghan Markle, ha presentado sus cuentas de 2023 con cifras positivas, recaudando un total de USD 5,7 millones, más del doble de lo logrado en el año 2022.
Sin embargo, la mayoría de estos fondos, específicamente el 94%, provienen de una única donación anónima por la impresionante suma de USD 5 millones.
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Este repunte financiero marca un contraste con el déficit de USD 674.000 registrado a finales de 2022. Según las declaraciones fiscales obtenidas por la revista People, el monto recaudado se distribuyó en seis donaciones, siendo la principal esta contribución secreta.
Los otros USD 335.000 llegaron de diversas donaciones de individuos y entidades, aunque el origen de la mayor parte del dinero sigue siendo incierto.
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Pese a esta destacada recaudación, la fundación destinó solo una cuarta parte de los fondos, aproximadamente USD 1,3 millones de dólares, a causas benéficas.
Entre los proyectos apoyados se encuentran una donación de USD 250.000 al centro de bienestar para mujeres gestionado por Ashley Biden, hija del presidente Joe Biden; USD 130.000 para proporcionar apoyo psicológico a niños desplazados; y USD 50.000 destinados a la salud mental de trabajadores en Israel y Gaza.
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En mayo, la organización fue brevemente incluida en una lista de morosos por el fiscal general de California debido a un retraso en el envío de fondos, lo que obligó a suspender temporalmente sus actividades.
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La controversia sobre la administración financiera y el anonimato del principal donante podría generar dudas sobre la imagen pública de la fundación, que sigue siendo un vehículo clave para las iniciativas filantrópicas de los duques de Sussex.
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