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La pareja de actores casados en la vida real que terminaron su relación en medio de una escena
La novela colombiana contrató a una pareja casada para interpretar a inolvidables personajes, sin saber que en una escena le darían fin a su historia de amor en la vida real.
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Imagen de archivo de la novela Yo soy Betty, la fea. ( )
Yo soy Betty, la fea se consolidó como una de las novelas con más éxito de toda América Latina. Las aventuras de Beatriz Pinzón, Armando Mendoza y el cuartel de feas enamoró a millones de televidentes, incluso en esferas internacionales, mismas que, años después, tomaron de inspiración a la producción para estrenar sus remakes.
Pese a que la calidad de la historia no necesitó de malas estrategias de marketing entre los actores que interpretaban a sus personajes, sí existieron dramas alrededor de su convivencia personal, mismo del que el público no estaba consciente hasta la continuación de la novela. Su mayor ejemplo es el drama matrimonial entre Ana María Orozco y Julián Arango, quienes interpretaban a Betty y Hugo Lombardi.
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Pese a que el par se odiaba en la ficción, estaban enamorados en la vida real. Ambos se unieron en 1999, tras conocerse en medios laborales, de hecho, estaban casados.
"Duramos casados un año y nos separamos en la mitad de las grabaciones de “Betty, la fea”. Ella no salía del estudio cuando me tocaba a mí. Nos fuimos alejando con el paso del tiempo".
Las problemáticas movieron todo tipo de especulaciones, la principal se centraba en una supuesta infidelidad por parte de Ana María, misma que Julián aclaró años después: "Ella tuvo una segunda relación después, pero no durante el matrimonio. No hubo nada de infidelidad. Creo que nos tocó en pleno tsunami de popularidad de la serie y pues ahí quedó todo".
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"La separación no fue dura, fue natural”
La convivencia en el set fue compleja, sobre esto, Arango cuenta que: "Hay un momento en el que yo le tengo que diseñar el vestido de matrimonio a Betty. Recuerdo que hubo un sentimiento detrás, no fue fácil de hacer".
Sin embargo las escenas que grabaron les permitieron cerrar por completo el ciclo del desamor. "Hay otro momento muy especial para mí, aquel que finaliza el desfile de Ecomoda. Hugo Lombardi iba a renunciar, pero Betty lo persuade. Lo que se dicen es emotivo y dio fin a todo”, resalta Julián, dejando en claro que por medio de la interpretación de sus propios personajes lograron lo inevitable, decirse adiós definitivamente.
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