La arrolladora serie de Netflix Heartstopper fue un gran éxito entre los adolescentes cuando salió la primera temporada el año pasado.
En principio estaba dirigida a una audiencia más joven, al igual que ocurre con las novelas gráficas de Alice Oseman en las que se basa. Pero su atractivo llegó a un público mucho más amplio.
La serie se centra en el arranque de una relación de dos personas del mismo sexo que son amigos en la escuela, Charlie Spring (Joe Locke) y Nick Nelson (Kit Connor).
La trama sigue el viaje de la salida del armario de Nick, que se da cuenta de que es bisexual. En la segunda temporada, que se estrena este jueves 3 de agosto, se centrará en el romance cada vez más profundo entre Charlie y Nick.
Para la comunidad joven LGBTQ+, Heartstopper se trata de representación, identidad y del primer amor. A la vez, la serie también aborda otros asuntos de adolescentes, como el acoso escolar o los problemas en las amistades.
Pero los espectadores mayores también se han sentido atraídos por la serie con sus temas universales y la nostalgia por los días escolares teñidos de rosa (incluso si no siempre fueron tan teñidos de rosa).
Y, para algunos, la serie incluso ha tenido un efecto más profundo.
El horror asociado con no ser hétero
Fiona (nombre ficticio) dice que la serie le ayudó a abrirse sobre su bisexualidad por primera vez a los 40 años.
"Decir que Heartstopper me hizo darme cuenta de que era bisexual es una simplificación excesiva. Probablemente había una parte de mí que siempre lo supo, pero no sabía cómo etiquetarlo, porque cuando yo crecí nadie hablaba de bisexualidad”, explica.
Más personas se identifican como bisexuales que homosexuales o lesbianas, según sugiere un estudio reciente publicado en Reino Unido.
La propia Fiona está casada y tiene un hijo pequeño. Su esposo la empezó a apoyar mucho cuando le comentó sobre su orientación sexual.
Pero ahora el panorama es muy diferente al que había en la década de 1980.
Para ella, haber crecido durante la crisis del sida y con el Artículo 28, una enmienda en Reino Unido según la cual las autoridades no debían “promocionar intencionalmente la homosexualidad”, fue muy perjudicial. Y recuerda haber escuchado más de una vez a los adultos referirse al sida en voz baja como “la plaga gay”.
"Había mucho trauma y horror asociado con no ser hétero”, recuerda.
Como si las piezas encajaran
Al final encontró una solución, al menos en ese momento: "Como también me gustaban los chicos, simplemente me fui por ese lado. (La bisexualidad) siempre estuvo flotando en mi cabeza, pero tenía esas ideas negativas de lo que significa ser bisexual".
Además siente que ha habido una falta de historias sobre personas bisexuales en las pantallas y que esto no ha ayudado.
El informe Glaad del año pasado, que traza la representación LGBTQ en la televisión en EE. UU., señaló que hubo una disminución del 4% en los personajes bisexuales en comparación con el año anterior.
Si bien ha habido personajes bisexuales, fue Nick Nelson de Heartstopper quien hizo que todo encajara para Fiona.
"Cuando vi su viaje, las emociones que sintió... cuanto más lo pensaba, más sentía que era algo que podría relacionar con mi pasado. Fue como si las piezas de un rompecabezas dieran vueltas y ver Heartstopper hizo que finalmente todo encajara en su lugar”.
Explica que si bien la serie "ha sido muy importante para los jóvenes porque normaliza esos sentimientos, hay una generación de personas mayores que se están dando cuenta de que son bisexuales y esto les ayuda a reconocer y superar las cosas que pasaron de adolescentes”.
Historia real… con esperanza
Heartstopper no endulza los problemas que aún existen hoy en día para salir del armario.
Nick es parte de un equipo de rugby escolar muy machista, por ejemplo, que incluye algunos miembros que son abiertamente homófobos.
“Es muy fácil sentirse identificada con ese miedo (de Nick) a salir del armario con los amigos. Eso es algo por lo que todavía estoy pasando”, dice Fiona.
Pero señala que Heartstopper también es una "simple historia de amor... que no está empapada de trauma", algo que considera significativo.
"Hubo una gran fase en la que cada historia gay involucraba el VIH. No podías tener historias de amor simples como las personas heterosexuales".
Ver Heartstopper llevó a Fiona a comenzar tentativamente a explorar su identidad recién descubierta.
"Inconscientemente comencé a usar la etiqueta (bisexualidad) para ver cómo me sentía. Es como desbloquear una parte de tu identidad que siempre ha estado oculta. Todo hizo clic y lloré sin parar cuando Nick sale del armario con su madre”, apunta.
Fiona asistió recientemente a su primer evento del Orgullo, pero aunque su esposo ha sido un aliado, aún no está lista para hablar con su familia en general.
"Mi familia es muy heteronormativa. Yo no encajo del todo porque en ella todos entran en lo que los roles de género (tradicionales) hacen: las mujeres esto, los hombres aquello. Y siempre he estado en contra de eso”.
Si bien el viaje de salida del armario de Fiona va a su propio ritmo, el propio actor Kit Connor reveló en Twitter el año pasado que era bisexual, pero sugirió que se vio obligado a salir del armario después de la presión en las redes sociales.
"Nadie debería verse obligado a salir cuando no está listo, debería poder hacerlo a su propio ritmo. Lo arrinconaron hasta un lugar donde sintió que tenía que decirlo. Fue completamente inaceptable”, valora Fiona.
El mismo Connor dijo recientemente que “una de las cosas realmente poderosas de Heartstopper es que es una voz para mucha gente”.
Y remarcó que en la serie se trata de “enseñar a la gente que pase lo que pase, está bien. Está bien no saber, está bien explorar y está bien resolver las cosas. Llegarás allí. Y va a ser la mejor cosa que hagas”.
El estigma del bisexual
La segunda temporada verá crecer y madurar la relación entre Charlie y Nick.
La pareja es "súper, súper optimista y está esperanzada con su relación", comenta Connor, pero apunta que “tal vez no les sea tan fácil como pensaban el haber salido del armario”.
La doctora Julia Shaw, psicóloga y autora del libro Bi: The Hidden Culture, History and Science of Bisexuality, dice que las personas bisexuales se enfrentan a una "doble discriminación, expresada por personas homosexuales y heterosexuales".
"Existe la suposición de que para las mujeres bisexuales probablemente sea una fase, mientras que para los hombres bisexuales, es todo lo contrario... La suposición será que en realidad eres gay, pero aún no estás dispuesto o no eres lo suficientemente valiente como para salir del armario”, explica.
"A menudo, se considera que las personas bisexuales no son lo suficientemente queer para formar parte de la comunidad queer y homosexual", agrega.
Shaw también reconoce la importancia de la representación en pantalla.
"Las relaciones parasociales (relaciones unilaterales que ayudan a identificarnos) aparecen cuando nos relacionamos o conocemos a personas en la pantalla o en otros contextos mediáticos”, explica.
Por ejemplo, el espectador puede sentir una conexión genuina con el personaje de Connor a través de experiencias compartidas.
"Sabemos que las relaciones parasociales son importantes para cambiar los corazones y las mentes de las personas cuando se trata de temas queer. Si sientes que conoces a alguien (que es gay o bisexual) en tu vida real, o a través de los medios, es mucho más probable que aceptes que esa es una sexualidad que realmente existe".
Y agrega: "Creo que la representación bisexual en los últimos cinco años se ha disparado masivamente, aunque todavía no está proporcionada”.
Y en específico sobre Heartstopper, cuenta que es “una de las primeras representaciones que muestra una delicada representación de la bisexualidad en los jóvenes de una manera que no habíamos visto antes".
La propia autora, Alice Oseman, que se identifica como asexual y aromántica y usa alternativamente los pronombres ella y elle para referirse a sí misma, dijo que quería ver “nuestra luchas representadas con precisión en los medios, pero también que nos hagan sentir esperanzados, reconfortados y felices. Me gusta pensar que Heartstopper hace ambas cosas".
Entonces, ¿qué le diría Fiona a Alice Oseman si la conociera ahora?
"Gracias por darle a mi generación la representación que no tuvimos. No sé si alguna vez se dará cuenta del impacto que realmente ha tenido".
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