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El extraño comportamiento de Daniel Sancho tras asesinar al cirujano colombiano, Edwin Arrieta, en Tailandia
Más importantes detalles con respecto al caso que relaciona al hijo de los actores españoles, Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, salen a la luz en la prensa tailandesa.
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Imagen de archivo de Daniel Sancho. El chef de 29 años se declaró culpable de asesinar y desmembrar a Edwin Arrieta, un reconocido cirujano de origen colombiano. ( )
El crimen de Daniel Sancho, hijo de los actores Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo, hizo temblar a la prensa española semanas atrás. El caso del joven de 29 años que se declaró culpable del asesinato al cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia, continúa en estado de investigación.
Con el pasar de los días más datos que llenan ciertos vacíos de la cronología del crimen son expuestos por la prensa tailandesa, entre ellos, el testimonio de una mujer que afirma que el joven no acudió a la reconocida fiesta de Luna Llena en la isla Koh Phangan, tal como se había dicho con anterioridad.
A ese testimonio se le une el de un vecino del chef en el lugar turístico, mismo que contó con respecto a la rara actitud del joven chef horas después de quitarle la vida a Arrieta y posteriormente desmembrar su cuerpo.
“Un hombre bielorruso que se alojaría justo en la villa de al lado a la de Daniel, en la que Edwin habría muerto el pasado 2 de agosto, estuvo con él 24 horas después del atroz crimen del cirujano colombiano, y le llamó especialmente su actitud eufórica y feliz”, recoge el medio Europa Press.
Además precisan que "Daniel estuvo tan ruidoso en la piscina que casi interviene la policía. Aunque asegura que el día que se cometió el asesinato no escuchó ningún tipo de ruido ni nada extraño, al día siguiente las cosas cambiaron y el cocinero español se hizo notar”.
Su estado de ánimo presuntamente eufórico al saltar a la piscina de forma ruidosa y en varias ocasiones llamó la atención del vecino.
"De las tres a las cuatro estuvo saltando a la piscina y teniendo una conversación muy alta. No sé si era por teléfono o con alguien porque no puedo verlo desde mi casa, pero en mi opinión alguien más estaba ahí o estaba hablando y bebiendo solo”, declaró.
Hasta el momento, la familia del asesino confeso contrató a un bufete de Madrid para encargarse del caso. El abogado Ramón Chippirrás explicó a medios españoles que la investigación en Tailandia aún no está cerrada, sin embargo, avanza rápido.
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