Una actriz de 24 años hacía yoga hasta que una ola gigante la arrastró y la mató

La actriz de origen ruso, Kamilla Belyatskaya, fue víctima de un poderoso oleaje en el mar de la isla Koh Samui en Tailandia. La joven de 24 años se encontraba meditando en las rocas que adornan el borde del lugar turístico, según registros de Daily Mail, cuando una gran ola la atrapó por sorpresa.

Kamilla había viajado con su novio, convirtió al lugar como su hogar durante varios días, expresó en redes sociales su amor por la isla tailandesa con la que se topó, sin saber que enfrentaría allí su propia muerte. “Gracias, universo, por estar aquí ahora. Soy muy feliz. ¡Estoy feliz!”, había publicado en Instagram.

La actriz mexicana Jessica Jurado falleció a los 56 años en Estados Unidos

Momentos antes del deceso, la joven fue vista sentada sobre su alfombra, observando el mar, mientras realizaba su práctica de yoga. Las olas que parecían tranquilas, empezaron a perder el control momentos después. Pese a que transeúntes intentaron alertarla, no lograron salvarla, una ola gigante la arrastró.

Momentos después, exactamente 15 minutos, el equipo de rescate logró llegar, sin embargo la ferocidad del mar imposibilitó salvaguardarla. Dos días después su cuerpo fue hallado a más de un kilómetro de distancia del lugar del accidente. La zona no era un área adaptada para nadar, pero sí para pasear y pasar el rato.

Pamela Hayden la actriz que le dio la voz a Milhouse en Los Simpsons se retira

“El área no es una zona de baño, sino un punto de observación, pero la víctima pudo haber sido sorprendida por un aumento repentino de la marea”, declaró el director del Centro de Rescate de Samui, Chaiyaporn Subprasert, con el fin de advertir a los demás visitantes que, apenas noten una actividad más fuerte de lo normal, salgan de la zona.

La trágica muerte de Kamilla ha conmocionado a la comunidad rusa y a los habitantes de Koh Samui. Su novio, testigo presencial del accidente, ha colaborado estrechamente con las autoridades locales. Este suceso sirve como un doloroso recordatorio de la importancia de respetar las condiciones climáticas y las advertencias de seguridad, incluso en los paraísos turísticos.