La película sobre el expresidente argentino Néstor Kirchner, que se estrena mañana en Argentina, se convertirá en el más reciente evento -y quizás el más importante- del fenómeno de reivindicación de su figura en este país tras su muerte a finales de 2010.
La película sobre el expresidente argentino Néstor Kirchner, que se estrena mañana en Argentina, se convertirá en el más reciente evento -y quizás el más importante- del fenómeno de reivindicación de su figura en este país tras su muerte a finales de 2010.
Hay calles, monumentos, escuelas, mausoleos, cátedras, entre otras cosas, que llevan el nombre de Kirchner. El fenómeno incluso llegó a otros países: en Venezuela, una de la salas más importantes del palacio presidencial fue recientemente bautizado "Salón Néstor Kirchner".
Ahora llega la película de su vida, dirigida por la directora argentina Paula de Luque, producida por dos personas cercanas al kirchnerismo, y con la música del dos veces ganador del premio Óscar Gustavo Santaolalla.
El largometraje se hizo en alrededor de un año y tuvo en el medio un cambio de director. Sus realizadores no ocultan el cariz político del film, que de manera documental incluye una serie de escenas poco vistas sobre la edad joven de Kirchner y su pareja, la actual presidenta argentina Cristina Fernández.
Además, incluye una entrevista al hijo del fallecido mandatario, Máximo, quien muchos probablemente por primera vez escucharán el tono de su voz, pese a que ha sido señalado como una poderosa figura del actual gobierno, pero tras bastidores.
"Es una película que nació en medio del dolor y la incomprensión por la muerte de Néstor", dijo uno de los productores, Fernando "Chino" Navarro, en un encuentro con la prensa extranjera en el que estuvo presente BBC Mundo.
"No recibimos comentarios o sugerencias de la familia Kirchner (para hacer la película)", afirmó Navarro.
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