En una reveladora entrevista, Selena Gómez cuenta en qué momento sintió vergüenza de su cuerpo

Desde que le detectaron lupus, Selena Gómez ha aprendido a vivir con su enfermedad y los efectos secundarios del tratamiento que recibe, entre ellos su peso fluctuante que ha sido parte de desalmados titulares alrededor del mundo, haciéndole sentir una intensa vergüenza corporal de la que ahora se atreve a hablar nuevamente.

En 2017, a los 24 años, la exestrella Disney se sometió a un trasplante de riñón que dejó cicatrices en su cuerpo. La artista y empresaria admite que después de la cirugía, durante una prueba de vestuario para la sesión de fotos de una revista, se dio cuenta de que ya no "tenía el cuerpo de una adolescente".

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"Ninguno de los tamaños de muestra encajaba y eso me hacía sentir avergonzada", comentó en una entrevista con Fast Company. "Aunque, ¿qué tan irreal es esperar que el cuerpo de una mujer normal no cambie?", agregó.

Después de esa prueba, Selena fue fotografiada en bikini en Australia. Sus cicatrices eran visibles y sus detractores lanzaron fuertes comentarios en redes sociales.

Al mismo tiempo, la intérprete de Calm Down estaba pasando por una ruptura pública con el gran amor de su vida hasta entonces, Justin Bieber. La combinación de ambas situaciones fue abrumadora, provocando que se aleje de las redes sociales.

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La protagonista de Only Murders in the Building también enfrentaba desafíos con su salud mental y más tarde le diagnosticaron trastorno bipolar.

"Pasé por una temporada realmente difícil. Fueron mis altibajos, y no sabía qué hacer, así que no podía controlarlo. Me gustaría cancelar cosas. Era simplemente un sentimiento que me atormentaba. Eso es porque, cuando descubrí mi diagnóstico, fue simplemente: 'Oh, está bien, me siento un poco aliviada, entiendo un poco más'. Obtuve segundas opiniones. Fui a los médicos. Tengo la suerte de contar con personas que pueden ayudarme a sobrevivir cada día", reveló.

Luego de tanto sufrimiento, Gómez deseó ser transparente con el público sobre sus batallas privadas. La actriz de 31 años creció "complaciendo a la gente" y sentía un gran peso con la responsabilidad de ser un ejemplo a seguir porque los ojos de los niños y jóvenes de todo el mundo estaban sobre ella.

"Bueno, si no estás bien, entonces no puedes trabajar", añadió y efectivamente en los últimos años ha encontrado su paz en sus labores profesionales, entre ellos su línea de belleza Rare Beauty, que superaría los 300 millones de dólares en ventas durante el 2023.