“Esta es una sociedad joven y sexual, si no eres mamasota ni estás en el meneo, no eres nadie”
En la canción "Antidiva", que habla del showbussiness, Andrea Echeverri dice No salgo sexy en las fotos. Me trabo en las entrevistas. No me empeloto en las revistas… Todas las damas en paños menores. Billete, lentejuela. Del reino de apariencias sálvese quien pueda.
Y en la titulada "Métetelo", sobre la hipersexualizacon del reguetón canta: No quiero ponerme tetas. No quiero dejar que en mí te metas…Pienso que el sexo es sagrado y es en la intimidad con el enamorado. Yo opino que a las mujeres, respeto es lo que se nos debe.
Lleva 30 años cantando el mundo junto a Héctor Buitrago en Aterciopelados, una de las bandas icónicas de Colombia.
Se define como la sudamericana rockera, ruiseñora, antidiva, antibélica y precursora del movimiento feminista-musical. También es ceramista y autora de la exposición "Ovarios Calvarios" sobre violencia sexual, donde mostró ojos llorando, vulvas con espejos y tres canciones: "Ovarios", "No se viola" y "Plañidera", que increpan a quienes aún se creen dueños del cuerpo de las mujeres.
En "No se viola" dice: No se penetra a la fuerza en el nido divino. Respetico. Por ahí todos nacimos. No se acosa, no se abusa, no se viola… Vergas violadoras a la licuadora.
Final de Recomendamos
Andrea Echeverri será parte de Hay Festival Cartagena, que se celebra en la ciudad colombiana del 26 al 29 de enero.
Tu exposición tiene ojos que lloran, ¿de quiénes son esas lágrimas?
Siempre he sido llorona y he hecho lágrimas, en mi juventud era por despecho. Pero "Ovarios Calvarios" tuvo que ver con un encuentro.
Hay una artista, Doris Salcedo, que hizo un espacio en Bogotá que se llama Fragmentos, una galería abierta a creadores que trabajen en el proceso de paz. El piso lo hizo con toneladas de armas que las FARC entregaron y que ella derritió, pero la textura la hicieron víctimas de violencia sexual, que martillaron unas láminas, entonces pisas lo que ellas hicieron.
Para la inauguración estuvimos con Aterciopelados y una de las chicas me dijo "tienes que hacer una canción de esto", yo dije "uy, hijuepucha, qué tarea tan dura"; a todas nos han pasado cositas, esperando el bus del colegio y un señor en la otra esquina se sacaba el pipí y se hacía la paja o te metían la mano en el bus, pero una violación son palabras mayores.
Me fui con esa tarea, le di muchas vueltas y al final hice las tres canciones.
Cuando estaba componiendo pensaba mucho en mi hija, porque a uno ya no le dicen piropos, está en un lugar más seguro. Pero las chicas vienen con tigre, entonces mi chica dice: "yo me pongo lo que me da la gana" y se va en el transporte público en esas minifaldas y yo quedo prendida del techo porque hay mucho salvaje suelto.
Eran los rostros, luego las canciones con los videos y también hice unos espejos.
¿Por qué los hiciste dentro de unas vulvas?
Te ves como si estuvieras naciendo y tienen nombres de mujeres violadas en Colombia; el caso de Ginette, por ejemplo, increíblemente doloroso; Rosa Elvira, una chica que violaron y empalaron en el Parque Nacional; una niña, Juliana, también la violaron y la mataron.
Entonces los espejos vulva tienen estos nombres o pedazos de las canciones, todo conversaba, y mi teoría es que no puedes violentar el lugar por donde llegaste. Ahora en las protestas del estallido social también hubo muchas violadas, tanto manifestantes como patrulleras, eso fue terrible.
¿Cuándo ocurren las violaciones en Latinoamérica?, porque a veces ocurren en los noviazgos, en los matrimonios, dentro de las familias...
Y en la guerra. Nosotros llevamos 57 años de guerra; se supone que estamos en un proceso de paz, pero sigue habiendo paramilitares.
Aquí en la guerra han violado, como digo en mi canción, el pariente, el jefe, el desconocido, en cualquier parte puede suceder. Todas esas chicas que conocimos con lo de Fragmentos son de zonas más rurales donde llegan los paramilitares o incluso los militares.
Había un caso de una niña de la etnia embera chamí, la violaron siete militares en el campo, los del campo en este país están muy desprotegidos. La cosa es brava.
Las mujeres vivimos con el mandato de "cuídate de ser violada" y de evitar los riesgos: no salir sola, no beber de más; el peligro acecha. ¿Cómo evitar las violaciones?
La visión de la expo y de las canciones es pedagógica, porque tengo un chico de 14 años y me parece chévere que se hable y que escuche, de hecho se está hablando y eso es lo bueno.
Pero, por otro lado, me parece que hay que crear una vergüenza colectiva, porque todavía existe una admiración para esos personajes masculinos horribles que se acuestan con todas, tumbalocas les dicen acá y hay que construir precisamente lo contrario; se está logrando con el me too y todas esas cosas que a veces tienen tintes de inquisición, pero se está logrando, los hombres no saben cómo portarse, dicen "uy, ¿pero será que lo hago, que no lo hago?".
Con el tiempo se llegará a un lugar respetuoso, igualitario, pero creo que es el momento de "vergas violadoras a la licuadora".
Las canciones son profundas, "mi cuerpo no es un botín", "tu miembro no es un fusil", pero también tienen una dosis de ironía, ¿vergas violadoras a la licuadora?
Y humor y exageración. Siempre me he imaginado como un personaje medio gótico, cortando pipís en tajadas, nunca lo he hecho.
No meterás a la brava tu pipí, cada vagina será una guillotina, es una estética chistosa que se puede relacionar con otra canción de Aterciopelados, "Cosita seria", que tenía que ver con una noticia que vimos en un periódico súper amarillista donde siempre había algo sangriento y alguien desnudo, o sea, tetas, culos, todo eso.
La historia de "Cosita seria" era que un hombre había echado unos piropos ofensivos y que le habían cortado el pipí, y de alguna manera "No se viola" se relacionó con esa estética, con una mujer ahí dándole.
Dices que tu voz hoy tiene canas y arrugas, ¿en qué se nota?
Esta es una sociedad joven y sexual, si no eres mamasota ni estás en el meneo, no eres nadie, hay que pelear por un lugar, es terrible. No he jugado a eso ni cuando era joven y bella, ahora menos.
Todo está maquillado y es con filtros, tratando de seguir jóvenes; pero yo trato de sobrevivir y seguir siendo creativa en lo que siempre he hecho, la música y la cerámica.
Estoy comprometida con la honestidad y con lo que uno es, que cada vez me parece más complicado. Este mundo está muy raro. Está incómodo. Está agresivo. A la vez que se siente muy libre, en realidad no, ahora todos somos trans, todos somos... y es que no hay censura, pero la cosa políticamente correcta es como una gran censura sobre todos. Se enloqueció esto.
En tus canciones criticas la sexualización de las mujeres, pero la libertad sexual también ha sido bandera del feminismo, ¿cómo llegas a tu postura?
¿Quién es más libre ahora que todo el mundo tiene que ser guapo? Hasta las feministas salen en minifalda. El otro día decían que Shakira era la reina de no sé qué, porque se quería más a ella que al novio.
Es un debate que está muy encendido y no estoy en él, pero mi hija que tiene 20 años me dice "mami, tú eres feminista radical". Hay tantas divisiones y todo está sexualizado, ahora los trans son lo mismo que las mujeres, pero a mí no me parece que una mujer sea un zapato de tacón alto o un labial; yo siempre he sido medio niño, pero tengo hijos y marido, ¿sabes?
Hay que ser tolerantes y que cada uno escoja lo que quiera, pero las mujeres somos otra cosa, ¿no? Creo que todo está hipersexualizado, entonces, para mí la liberación femenina es decir "bueno, y si a mí ya me aburrió el sexo, ¿qué?, ¿no lo puedo decir libremente?".
Sobre tu exposición has dicho que es un encuentro de vaginas en un mundo fálico. ¿Qué ocurre en ese encuentro?
Viene de unas conversaciones con Diana Rico, que hizo el video de "Plañidera" y el de "Florecita Rockera" hace 30 años. Ella es como muy camino rojo, están conectados con lo ancestral, y con una mujer indígena ecuatoriana hacen encuentros de vaginas; son puras chicas, hacen vaginas con barrito, un ritual súper bonito.
Ahí empezó la idea de los espejos porque el mundo es totalmente fálico. Cuanta más liberación sexual, lo que veo es que las chicas dicen que es su sexualidad, pero es lo que el chico quiere. Encuentro agresivo que el mundo esté en esa onda y que asuman que todos queremos ver eso. Me parece un gusto masculino, ¿de cuándo acá a las chicas también nos gustan las chicas sexis?
Se me hace tan raro, será porque tengo 57, ¿no? Y el baile del tubo tampoco lo entiendo, las mujeres se van apropiando de cosas que originalmente son patriarcales, me descoloca; y que digan que eso es feminismo me descoloca todavía más.
¿Piensas que hay una sumisión en el fondo?
Espero que sean pasos, porque también el sexo ha sido tabú y en un momento toca destapar; también está el hacer lo que antes hacían los chicos, los chicos se acostaban con quien quisieran, pues ahora las chicas también se acuestan con quien quieran. Lo entiendo, pero no es mi estilo.
Los chicos están asustados, es normal porque salimos de algo donde estábamos asustadas nosotras, otro paso será hacia una cosa un poco más equilibrada.
Declaraste que el sexo es algo delicado, ¿por qué?
Muy delicado, porque si viviéramos en un mundo respetuoso y libre, que cada uno haga lo que quiera, pero ¿para qué vas a esparcir más energía sexual en un mundo donde están violando mujeres y niñas todo el rato?
Uno tiene que preguntarse qué tipo de energía es la que necesita esta sociedad, ¿más energía sexual?, no lo creo, más bien es ver el sexo como algo delicado, sagrado y hermoso, pero privado. Es muy efectivo para vender lo que sea, entonces de ahí es que están agarradas. No creo que sea feminismo puro, es feminismo con caja.
¿Y por qué ovarios calvarios?
Calvarios uterinos dice en la canción "Ovarios", suena como barroco, y estamos hablando de sufrimiento, de las violaciones. Cada vez que escucho una de esas historias se me hiela hasta lo más profundo de mi ser, tiene que ser una cosa brutal.
¿Cómo protegerse?
Si uno tuviera la respuesta, pero hablar bueno, porque muchas niñas han sido violadas y ni siquiera sabían que eso no es así. Hacer canciones y cerámica, es la manera que yo sé. Cada persona en su campo, crear leyes, educación, porque hay unos hombres por allá que crecen como pasto oyendo reguetón, eso es su educación. Acceso a cultura, a cosas edificantes, bonitas, respetuosas, dignas.
Dices que necesitamos hombres nuevos, ¿cómo tendrían que ser?
Necesitamos hombres feministas, no revanchismo, la idea no es asustarlos ni condenarlos a todos; aunque hay hartos que son bien horribles, hay unos muy regios. Tengo un marido, que ya poco se usa, y para mí es un apoyo, un cómplice. Y Héctor es mi pareja musical, estoy rodeada de hombres chéveres, nunca ha habido superioridades, estamos todos acá.
Tener hijos es brutalmente difícil y criarlos, si somos dos turnándonos, es más fácil. Tengo una canción en el disco "Tropi Plop!" que hicimos en pandemia que se llama "Amo de casa". Cuando vi a mi marido con guantes de plástico y delantal lavando el baño, me volví a enamorar. También tiene humor, dice "tu nueva masculinidad excita mi curiosidad, la expansión de tu rol yo quiero experimentar".
Como Neruda yo rimo, como Pavarotti afino. Y añeja como el vino, ruiseñora soy y trino…dice tu canción "Ruiseñora". ¿Por qué te defines así?
Es una palabra que no existe, porque en el diccionario solo sale ruiseñor, entonces es traerla e inaugurar un espacio que no existía. Lo hicimos también con un disco de Aterciopelados que se llama "Claraoscura", que tampoco existe. Es jugar con las palabras; y también tiene el señora, porque uno es grande y no está jugando a que no lo es.
"Ruiseñora" fue mi proyecto solista de 2014; estábamos peleados con Héctor de Aterciopelados y yo compuse, grabé, toqué los instrumentos y eso que no soy multiinstrumentista, pero fue un ejercicio súper chévere, fue como mi revolución feminista.
Dentro de tu estética de sombreros y colores, tienes un traje emblemático, el multitetas del video "Anti diva". ¿Cuándo lo usas?
Es un juego, porque uno está en el showbussiness y como no va de chica sexy, algo se tiene que inventar.
Hago dibujos y los mando a unas chicas que me ayudan, Daira Benavides, me hace sombreros: las pistolas cruzadas con flores, el de la tormenta, con nube, lluvia y trueno; ella hizo el top multitetas, hay una cantidad de iconografía de diosas y figuras femeninas con varias tetas. En el concierto a veces digo: "¡¿qué?, ¿quieren tetas?! Ah, bueno, ¡listo!". Y me lo pongo.
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