Jennifer Lawrence cuenta su vergonzoso episodio con un juguete sexual
La actriz describió el vergonzoso momento que vivió cuando una mucama de un hotel lo encontró.
La espontaneidad que caracteriza a la actriz Jennifer Lawrence otra vez quedó en evidencia durante un programa de televisión. La protagonista de "Los juegos del hambre" confesó en el programa de Conan O'Brien que hace un tiempo atrás una mucama halló en su habitación unos juguetes sexuales que ella había escondido.
La ganadora del Oscar por "El lado bueno de las cosas" tiene una personalidad que se aleja al imaginario de "diva de Hollywood", pues suele confesar intimidades y episodios vergonzosos de su vida que otras actrices preferirían omitir.
Esta vez, la protagonista de "Lazos de sangre" dijo que si no fuera actriz le gustaría ser mucama, porque le gustaría tener acceso a las cosas personales de desconocidos, y recordó un incidente en que la trabajadora de un hotel encontró en su cuarto unos consoladores anales.
"Antes solía decir que quería ser médico, pero es tan poco realista. Definitivamente sería mucama de un hotel, porque está todo lo que me gusta de la limpieza. No me gusta lavar los platos, no me gusta la cocina, pero me gustan las camas, los baños, y meterme en las cosas de todo el mundo. 'Copuchar' todos los días las cosas de alguien nuevo sería mi sueño", dijo la actriz antes de detallar el episodio.
"Es una historia muy divertida. Alguien me regaló de broma un montón de butt plugs (consoladores anales). Es una larga historia", explicó Lawrence, desatando las risas del público que estaba en el estudio.
"Tenía un montón de butt plugs, toneladas de ellos. De todas las clases y colores, y la mucama venía, así que pense 'los meto debajo de la cama para que no pueda verlos', porque quizá ella no se diera cuenta de que eran de broma. Entonces volví y me encontré que los había sacado todos de debajo de la cama y los dejado ordenaditos encima del velador", contó la actriz riendo en el estudio de televisión.
"Yo creo que ella sabía lo que estaba haciendo. Estaban debajo de la cama. Me hubiese gustado dejar una nota que dijera 'No son míos' o 'Los compré de broma'", señaló la actriz, que está próxima a estrenar su nueva cinta con Bradley Cooper y el director David O. Russell, "Escándalo Americano".
En el mismo programa recordó otro episodio que la avergonzó: en una premiación se equivocó al llamar al escenario a Bill Clinton, y le dijo "Gil".
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