29 ago 2013 , 01:09

'Gravity', de Cuarón, ovacionada en Venecia

   

Sandra Bullock y George Clooney narran cómo se prepararon para protagonizar este filme de ficción.

Una historia en el espacio, tensa, de supervivencia, superación y aceptación. Eso es 'Gravity', la película con la que el director mexicano Alfonso Cuarón abrió este miércoles 28 de agosto, con fuertes aplausos, la 70 edición de la Mostra de Cine de Venecia, acompañado de la pareja protagonista, George Clooney y Sandra Bullock.

 

Dos únicos actores para una historia que el director escribió junto a su hijo Jonás, partiendo de una premisa: las adversidades a las que se tienen que enfrentar cada persona en un día de su vida, pero situando la acción en el ambiente más hostil que se les ocurrió, el espacio.

 

"Es un largo viaje en el que los protagonistas tienen que enfrentarse a muchos obstáculos y problemas", explicó Cuarón en la rueda de prensa de presentación de una cinta con la que regresa a dirigir ficción, siete años después de 'Children of men'.

 

Una robotizada Bullock

 

Para preparar su papel protagónico, Sandra Bullock habló con astronautas que le ayudaron mucho. "Les hacía preguntas extrañas, especialmente sobre el comportamiento del cuerpo en el espacio y me ayudaron muchísimo", dijo la actriz, quien resaltó que las personas que trabajan en este área tan especializada "tienen una enorme pasión y amor por este planeta y esa es la razón de que estén allí arriba; son gente normal que hace cosas extraordinarias".

 

Pero además de la preparación física, Bullock quiso dotar a su personaje de un aspecto muy preciso, que demostrara externamente su sufrimiento. No mostrar a una mujer andrógina -lleva el pelo muy corto y muestra un cuerpo bastante trabajado-, sino el de alguien que ha sufrido tanto que eso se nota en el exterior, sin ningún raso femenino. "Un cuerpo que recuerda a una máquina, a un robot".

 

El trabajo "más complicado" de Clooney

 

George Clooney consideró que lo más difícil no fue trabajar casi en aislamiento -"tenía continuamente a 500 personas alrededor", bromeó-; lo más duro fue trabajar en la "lightbox", el sitio en el que simulaban el espacio, con máquinas de 4 toneladas moviéndose entre ellos. Ese fue, en su opinión, el mayor desafío.

 

Un trabajo muy físico y que necesitó de numerosos ensayos, ya que cada escena estaba milimétricamente preparada, como una coreografía.

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