Hablar de Dragon Ball es indicar un claro referente para varias generaciones.
Artículo de opinión
Si bien hace dos años tuvimos la película “Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses”, es ahora con el estreno de “Dragon Ball Z: La Resurrección de Freezer” que empezamos la cuenta regresiva del verdadero regreso de Gokú y sus amigos, ya que a principios de año se anunció el lanzamiento, para este mes de Julio, de “Dragon Ball Super”, una nueva saga que será transmitida en televisión; escrita nada más y nada menos que por el gran Akira Toriyama, creador del universo de Dragon Ball.
Hablar de Dragon Ball es indicar un claro referente para varias generaciones, no solo a nivel de gustos, sino también de verdaderos conocedores de toda la gama de personajes e historias que envuelven las aventuras de Gokú; desde su búsqueda de las Esferas del Dragón hasta sus inolvidables enfrentamientos con Freezer, Cell y Majin Boo. Sin embargo, el caso de las películas (OVA) es muy particular, debido a que se han realizado 19 films animados basados en Dragon Ball, los que muestran el grave problema de no presentar continuidad en su argumento respecto a la serie original y en muchas ocasiones inventan personajes y batallas que no tienen trascendencia.
Para solucionar estos problemas y dar una verdadera importancia al desarrollo de las películas animadas, fue indispensable la intervención de Akira Toriyama, quien en “Dragon Ball Z: La Batalla de los Dioses” empezó a involucrarse nuevamente en el desarrollo de guiones e historias. En esta película Toriyama introduce dos nuevos personajes en el universo Dragon Ball, me refiero a Bills, el “Dios de la Destrucción” y Wiss, su enigmático asistente. El tono del argumento destacó en gran medida el característico humor presente en la interacción de los personajes, que a simple vista resaltaba más que la acción y peleas; sin embargo, “La Batalla de los Dioses” debe ser vista como una forma de entender al “Dios de la Destrucción” y a su vez que podamos conocer a seres con un poder incluso mayor al de Gokú; elemento clave para dar pie a un nuevo avance en el panorama de historias que envuelven al entrenamiento constante de Gokú y Vegeta por superarse.
Teniendo como antecedente “La Batalla de los Dioses” y sabiendo que el guión y personajes de la película fueron creados por Toriyama, debemos saber que esta película da verdadera continuidad a la historia de Dragon Ball Z y para comprender mejor importantes detalles de “Dragon Ball Z: La Resurrección de Freezer” recomiendo ver previamente “La Batalla de los Dioses” y tener clara la idea de que la historia continúa desde este punto.
El argumento de “La Resurrección de Freezer” se encuentra resumido en el título; estamos ante el retorno del Sr. Freezer, quien planea vengarse de una vez por todas de su archienemigo Gokú.
Conocemos muy bien que el nivel de pelea de Gokú y Vegeta se ha incrementado exponencialmente desde la última vez que se enfrentaron a Freezer, por lo que resulta difícil imaginar alguna manera de que logre aumentar su poder; sin embargo, este detalle no es el verdadero objetivo de la trama; estamos ante una película que nos plantea sobre todo recordar, rememorar a tan queridos personajes y que los nuevos caracteres se desarrollen de tal forma que parezca que siempre estuvieron presentes, reflejando a su vez una estética visual bien lograda, potenciada con un buen manejo de elementos digitales que brindan un mejor tratamiento a los combates.
Es importante resaltar la presencia de Jaco, el Patrullero Galáctico, protagonista del manga del mismo nombre, publicado en julio del 2013, quizás puede resultar poco relevante o ser visto solo como un elemento de humor, pero el detalle de introducir a este nuevo personaje, incluso para la cronología del manga, despierta una gran curiosidad al espectador y al investigar un poco más, nos podemos llevar una grata sorpresa, que tiene estrecha relación con el origen de Gokú. De igual manera tenemos nuevamente la participación de Bills y Wiss, sobre ellos se ratifica su enorme poderío y que el entrenamiento de Gokú y Vegeta va dirigido para alcanzar niveles similares; se confirma que forman parte integral del universo de Dragon Ball y su desarrollo no cae en el error de falta de continuidad o incoherencias de antiguas películas; la importancia de Bills y Wiss es tal que sus acciones pueden ejercer control sobre el curso de los acontecimientos.
Es evidente que comparado con poderes tan grandes como los del “Dios de la Destrucción”; Freezer se queda corto y la supuesta amenaza de su regreso no es desarrollada de forma adecuada; pero es gracias al componente nostálgico de ver nuevamente a los Guerreros Z, peleando mano a mano, ver en combate al Maestro Roshi, escuchar las rabietas de Bulma y contar con las voces de doblaje original de Dragon Ball Z, destacando a los geniales Mario Castañeada (Gokú) y René García (Vegeta), que la “Resurrección de Freezer”, consigue ser un deleite para grandes y chicos y una excelente antesala para la explosión emotiva que será el estreno de “Dragon Ball Super”.
Por: Jorge Tigrero
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