El galán de Gossip Girl, Ed Westwick, se casó con la actriz Amy Jackson en una extravagante boda
La boda no duró, ni dos, sino tres días, y fue celebrada muy alejada de su país natal. Te contamos todo al respecto de este sello de amor entre celebridades.
Ed Westwick y la actriz Amy Jackson se dijeron el 'sí' en el altar en la costa amalfitana, en una boda que duró varios días y sobrepasó las expectativas de sus invitados, como su compañera de reparto, Kelly Rutherford, quien interpretó a la inolvidable Lily Van Der Woodsen en la serie que lo catapultó a la fama, Gossip Girl.
De hecho la intérprete le dedicó un emotivo discurso, "Me siento bendecida por tu amistad, por tener la oportunidad de trabajar contigo. Es un regalo verte crecer y enamorarte. Eres un hombre increíble”, le dijo. Situación que logró ser captada en el contenido que algunos de sus acompañantes publicó en redes sociales.
El evento inaugural dio inicio con una recepción, en la cual los asistentes pudieron deleitarse con exquisitos manjares autóctonos. Para esta velada, la novia optó por un elegante vestido de estilo romántico, confeccionado con una delicada combinación de encaje y satén, que realzaba su figura. Complementó su look con una diadema que adornaba su abundante cabello.
El segundo día, los invitados fueron agasajados con un crucero por la costa de Amalfi, una experiencia ambientada en la década de los sesenta. La elección del vestuario de Jackson reflejó esta temática. Para la ocasión, lució un elegante vestido de Vivienne Westwood, con escote barco y corsé, que acentuaba su figura. Al caer la noche, optó por un vestido con cuello halter, ideal para disfrutar de la puesta de sol en alta mar.
Tras una intensa preparación, llegó el día más esperado. La ceremonia se celebró en el majestuoso Castillo de la Rocca Cilento, un enclave de ensueño rodeado de exuberante naturaleza y el mar Mediterráneo. Para esta ocasión tan especial, la novia optó por dos vestidos de ensueño. El primero, un elegante diseño de seda con escote palabra de honor, que se completaba con un delicado velo de encaje.
Posteriormente, la novia se cambió a un elegante vestido con tirantes y un favorecedor drapeado en el frente. La pieza destacaba por sus brillantes incrustados en el escote. El novio, por su parte, optó por un clásico esmoquin con chaqueta en color marfil, pajarita negra y pantalones negros, y ahí sí, ¡a celebrar!
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