La barba altera profundamente la percepción que los demás tenemos de los que la lucen.
Respeto Social
La barba altera profundamente la percepción que los demás tenemos de los que la lucen, según explican muchos estudios psicológicos como la investigación de los expertos Barnaby Dixson y Paul Vasey, recogida en la revista Behavioral Ecology, que concluyó que las personas asocian la barba a una señal de respeto y poder, otorgando una posición social más alta a sus portadores. Así, los afeitados fueron calificados durante el estudio como pertenecientes a un estatus social más bajo y los que exhibían barba, a un estatus más alto.
Símbolo de Madurez
Los hombres con barba siempre han sido percibidos socialmente como más maduros e incluso con más años de los que tiene en realidad. Así, sin importar si se trata de un adulto joven o adulto a secas, la barba otorga algunos años más. Según el estudio del equipo de psicólogos de la Victoria University of Wellington, Barnaby Dixson y Paul Vasey, a primera vista a los barbudos se les echa unos dos años de más de media.
Otorga atractivo
Con barba, se liga más. Los hombres con barba son considerados más masculinos y atractivos que los que se afeitan, según un reciente estudio de los científicos Barnaby Dixon y Robert Brooks de la Universidad del Sur de Gales y recogido por la revista Evolution & Human Behaviour. Una barba de 10 días provoca que las mujeres vean mucho más atractivo al hombre en cuestión. Por contra, los hombres afeitados son percibidos como más dóciles y menos masculinos.
Una salud de hierro
Una investigación publicada en la revista Science y llevada a cabo por un equipo de biólogos evolucionistas (William Hamilton y Marlene Zuk) concluyó que poseer barba es significado de buena salud. Esta asociación se debe a que históricamente el vello facial ha sido un foco muy atractivo para los parásitos y las infecciones, por lo que llevar barba era un símbolo de fuerza respecto al sistema inmunológico del portador de la barba.
Señal de fortaleza
Una investigación llevada a cabo por los psicológos Barnaby Dixson y Paul Vasey y publicada en la revista Behavioral Ecology, determinó que comparando fotografías de hombres antes y después de afeitarse, los que portaban barba eran percibidos como más agresivos y más fuertes que los que aparecían sin ella (a pesar de ser las mismas personas).
Con información de muy interesante.
Recomendadas