Conoce por qué estas cinco especies tienen pieles raras y cuál su función.
Nuestra piel es un órgano sumamente fascinante, el más grande del cuerpo humano y también de los más importantes. Lo mismo ocurre en muchas otras especies de animales. Existen muchas especies con pieles que presentan características únicas y realmente interesantes de conocer.
5. Cocodrilos: te pueden sentir en el agua
Los cocodrilos, de los animales con las mordidas más fuertes del mundo, son tan aterradores como fascinantes. Uno de los hechos más curiosos de estos dinosaurios vivientes es que su peculiar piel, dura y resistente como una armadura, es tremendamente sensible, lo cual resulta de lo más curioso, sobre todo si tenemos en cuenta que los cocodrilos tienen una de las pieles más duras y fuertes que se conocen.
¿Quieres un dato aún más sorprendente? La piel del cocodrilo es más sensible que la de los dedos de cualquier ser humano. Ello les permite sentir cualquier vibración en el agua incluso hasta a una distancia bastante extensa y lo sienten por todo el cuerpo. El movimiento en el agua genera una onda que se transmite por el cuerpo acuoso y que llega hasta el cocodrilo, donde lossofisticados receptores en su piel le advierten que algo se mueve cerca.
4. Diablos espinosos: beben agua con su piel
Los diablos espinosos australianos (Moloch horridus) son de los animales más curiosos que existen. Además de un método de defensa de lo más extravagante que consiste en lanzar chorros de sangre nada menos que desde sus ojos, este lagarto puede beber agua con su piel. Todo su cuerpo está cubierto de filosas y firmes espinas, todas ellas con microscópicas mechas que le permiten absorber fluidos como si fuera una toalla de papel. Es un verdadero fenómeno, y hasta puede hacerlo con sus pequeñas patas, colocándolas en el agua que, como si superase las leyes de la gravedad, sube por su cuerpo hasta filtrarse e hidratar al lagarto.
3. Jirafa: su piel las mantiene frescas
Mantenerse fresco en las sabana africana es una tarea harto dificultosa y cada animal tiene su truco, pero para las jirafas todo es más complicado. Son animales realmente sorprendentes, lo vimos poco tiempo atrás cuando te enseñé aquellas 5 fascinantes curiosidades sobre las jirafas, seguro recordarás. El problema es que, por ejemplo, ellas no pueden colocarse bajo la sombra de un árbol a menos que se trate de uno muy, pero muy alto. Beber agua también les cuesta mucho, deben agacharse unos 5 metros y colocarse en una posición tan pintoresca como peligrosa.
Para solucionar estos problemas, las jirafas cuentan con una piel asombrosa, capaz de mantener el cuerpo refrigerado como si se tratase de un sistema de aire acondicionado 100% natural. Ellos pueden elevar la temperatura de su piel entre 3 y hasta 10 grados más de lo normal, logrando habituarse más fácilmente al clima. Por otro lado, los científicos han descubierto que la serie de parches que caracteriza el pelaje de su piel tiene un curioso sistema de refrigeración que consiste en una serie de diminutos vasos sanguíneos así como uno de gran tamaño alrededor de cada parche. De este modo, la jirafa puede enviar flujos sanguíneos a la zona y se evita varios problemas.
2. Cebras: su piel confunde a los insectos
La piel de las cebras es muy curiosa, basta con verla. Comúnmente se cree que ellas tienen esa característica piel con rayas negras y blancas para confundir a los depredadores en las pasturas como los leones (que son daltónicos) y más que válida la redundancia: salvarse el pellejo. No obstante, recientemente se supo que con su piel, las cebras también pueden evitar ataques de pequeños insectos y parásitos, como los tábanos chupasangre.
Al parecer, la visión de insectos como los tábanos tiene varias flaquezas, por ejemplo distrayéndose con las ondas de luz polarizada que se direccionan hacia un sentido determinado, fenómeno conocido como “deslumbramiento”. La mezcla de rayas claras y oscuras en la piel de la cebra hace que insectos como estos encuentren poco interesante a las cebras. El peculiar patrón en la piel de las cebras resulta así ideal en función de alterar la señal de luz polarizada reflejada y es un repelente natural sorprendente.
1. Babosas verdes de mar: hacen fotosíntesis
Las babosas verdes de mar, cuyo nombre científico es Elysia chlorotica, son seres muy básicos y hasta desagradables para algunas personas. Claro, con una gran particularidad: se trata del primer animal conocido capaz de realizar el proceso de la fotosíntesis, todo ocurre gracias a su compleja y desarrollado piel y permiteme decirte que eso es suficiente como para colocarlo en el tope de la lista. Habita zonas costeras y oceánicas del norte de las Américas, es algo así como el primo de los caracoles o las babosas que tienes en el jardín y son seres únicos.
Es un molusco opistobranquio, pertenece a la familia Placobranchidae y como muchos otros tipos de sacoglosos, emplea la endosimbiosis conocida como cleptoplastia para alimentarse. Esta babosa se alimenta de algas y retiene la clorofila en su organismo, cuando no las encuentra, gracias a su piel es capaz de producirla por sí misma. Si bien los científicos aún no terminan de comprender cómo sucede, se cree que el animal literalmente roba o se hace con los cloroplastos de las algas que succiona, los adhiere a las células de su piel y a su mismísimo ADN y así logra producir clorofila para realizar la fotosíntesis, colocándose a la luz del Sol. De este modo, la babosa no necesita buscar alimento ni expulsarlo.
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