Una ayuda para Kaviedes

Los exseleccionados de Ecuador se resisten a abandonar a su suerte a Jaime Iván Kaviedes, el goleador histórico que anotó el tanto de la primera clasificación de la Tricolor a un Mundial de la FIFA.

El Nine no se deja ayudar, ha dicho Iván Hurtado sobre Jaime Iván Kaviedes, quien se escapó de una clínica de rehabilitación en la que estaba internado.

Kaviedes, sumido en el alcohol y las drogas, ha llegado a pasar en en la calle, ha estado preso, ha sido agredido desproporcionadamente por la Policía, que responde a un Estado que debería ayudarlo, no por ser una gloria del fútbol, sino porque esa es la obligación que tiene.

¿Podría interceder directamente el ministro del Deporte, Andrés Guschmer? Confío en que ya está en eso.

¿Ha hecho algo la Federación Ecuatoriana de Fútbol por Kaviedes? ¿Han aportado en algo los clubes donde jugó el Nine? Todos deberían remar hacia un mismo lado.

Lo primero sería la rehabilitación integral de Kaviedes y luego su reinserción social.

Oferta de trabajo ya tiene, se lo ha propuesto Antonio Valencia, dueño y entrenador del AV25 de la segunda categoría de Pichincha y que aspira ascender a la serie B del fútbol ecuatoriano.

“Me da tristeza por lo que está pasando el flaco. Se lo dije a él personalmente: Tienes una familia en AV25, las puertas están abiertas. Sería lindo que tú vengas y les enseñes a los chicos y a los delanteros”, dijo Valencia en relación a Kaviedes.

Los exseleccionados hicieron un partido a beneficio de Jaime Iván, intentaron reunir fondos para sostenerlo y para rehabilitarlo. Solo una sombra se intentó poner sobre esto, proveniente del siempre imprudente Armando Paredes, que también ha tenido sus promeblas personales, malos comportamientos y vicios.

Iván Hurtado tuvo que golpearlo en una fiesta para que deje de pedir cuentas ajenas por Kaviedes. Paredes, si no ayuda, no estorbe.

Aún falta mucho en este objetivo de recuperar al ser humano, por eso se pide una ayuda para Kaviedes, y de paso estaría bueno que también se la den a Paredes, para que no termine como el Nine.