Ecuador cierra el 2024 consolidado como un candidato serio para clasificar al Mundial de 2026. Su defensa sigue siendo sólida y ha recuperado el gol.
El cierre de 2024 para la selección de Ecuador ha sido más que un simple respiro: ha sido una reafirmación del carácter y la visión que Sebastián Beccacece ha impregnado en el equipo. El triunfo por 0-1 ante Colombia en Barranquilla, con un golazo de Enner Valencia y una defensa heroica tras la expulsión de Piero Hincapié, selló un año que comenzó con incertidumbre y termina con ilusión.
El despido de Félix Sánchez Bas en junio, después de la Copa América, dejó a la selección en una encrucijada. La falta de claridad por parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) alimentó rumores y ansiedad, mientras los juegos por las eliminatorias se acercaban.
Beccacece llegó solo un mes ante de enfrentar a Brasil, en septiembre, y tuvo que trabajar a contrarreloj para construir un equipo competitivo en estas eliminatorias sudamericanas.
El marcador (derrota 1-0) y la presentación del equipo abrieron un compás de espera, pero Ecuador venció a su siguiente rival, Perú, el primero de Beccacece en calidad de local.
En esa doble fecha quedó claro que había problemas estructurales por resolver, especialmente en ofensiva. A pesar de las críticas, el técnico argentino mostró paciencia y enfoque, respaldando a jugadores como Enner Valencia, quien finalmente ha recuperado su nivel goleador.
Las dudas volvieron a surgir tras el empate 0-0 en Quito contra Paraguay, pero el mismo marcador logrado pocos días después, de visitante ante Uruguay, volvió a aplacar los temores.
La evolución de la Tri, al mando de Baccacece, ya fue más notable en esta última doble fecha FIFA del 2024.
La goleada por 4-0 sobre Bolivia en Guayaquil y la victoria 0-1 ante Colombia como visitante, en Barranquilla, encendió mucho más la esperanza de llegar a un nuevo Mundial.
El histórico triunfo logrado en el Metropolitano de Barranquilla, prácticamente adelantó la Navidad para los ecuatorianos, pues la Tri cierra el 2024 en el tercer puesto, con 19 puntos, fruto de 11 goles anotados, tres de ellos de Valencia en la era de Beccacece.
Los ecuatorianos, que vivimos este año entre la incertidumbre y la euforia por nuestra selección, podemos mirar al 2025 con esperanza. La clasificación directa al Mundial ya no parece un sueño lejano, sino una meta alcanzable. Y solo quedan seis fechas por delante.
Ecuador cierra el 2024 consolidado como un candidato serio para el Mundial de 2026. Beccacece no solo ha logrado resultados, sino que ha comenzado a cambiar la narrativa alrededor de la selección. Ahora, se percibe un equipo que puede sufrir, resistir y sobreponerse, cualidades que lo hacen temible.
Enner Valencia, con tres goles en esta etapa, ha vuelto a ser el líder ofensivo, mientras que figuras como Piero Hincapié, a pesar de su expulsión, y el arquero Hernán Galíndez, han elevado el nivel individual y colectivo.
Beccacece termina el 2024 con la tranquilidad de haber superado las expectativas, pero también con el desafío de consolidar lo construido.
Lo que queda claro es que este equipo no solo busca llegar a la próxima Copa del Mundo, sino hacerlo con un estilo que refleja la identidad de un país que sabe sufrir, luchar y, al final, celebrar.
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