27 jun 2024 , 13:30

Contentos, sí; conformes, no

Con México nos sirve el empate, pero hay que ir con una mentalidad ganadora

   

La Tri resucitó en la Copa América 2024 al vencer 3-1 a Jamaica en el Allegiant Stadium de Las Vegas, Nevada. Los tres puntos conseguidos fueron vitales en el Grupo B para llegar con vida al último duelo de esta fase, que será el domingo ante México.

Los goles de Ecuador vinieron de un centro de Piero Hincapié, desviado por Kasey Palmer, un penal histórico convertido por Kendry Páez, el anotador más joven del torneo en el Siglo XXI con tan solo 17 años y 53 días, y un contraataque letal de Alan Minda.

Con tres unidades, Ecuador se posiciona en la tabla de posiciones de la Copa América debajo del líder Venezuela como segundo, igualado con México, pero con mejor gol diferencia para La Tri.

La derrota contra Venezuela golpeó profundamente a la Tri, que jugó con diez hombres durante más de 70 minutos por la expulsión del delantero y capitán Enner Valencia.

Las críticas no tardaron en llegar y Carlos Gruezo, con contundencia, expresó la frustración del equipo al declarar que la gente estaba esperando "el más mínimo error para terminar de matar" al equipo.

Esta rabia se transformó en una motivación extra para el duelo que vimos contra Jamaica.

Desde el primer minuto, el entrenador Félix Sánchez Bas mostró confianza en su equipo al mantener el once titular, excepto por la inclusión de Kevin Rodríguez en lugar del sancionado Enner Valencia.

La Tri dominó desde el inicio, llevando una doble ventaja al descanso y controlando el juego, pero se desvaneció en el segundo tiempo y sufrimos mucho.

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Estamos contentos, sí; pero no conformes. Ecuador no juega bien y se lo seguirá criticando, así lloren Sánchez Bas y Carlos Gruezo.

En la segunda mitad, Jamaica despertó con la entrada de Demarai Gray y un gol de Michail Antonio, que remató a puerta sin marca alguna, mientras tres jugadores de Ecuador chocaban entre sí. Esa jugada nació de un mal rechazo del lateral derecho Angelo Preciado.

Entonces el fantasma de quedarnos sin nada volvió. Los recuerdos de la remontada que sufrimos por parte de Venezuela en el primer partido hizo retroceder al equipo y llegó un momento en que Ecuador estaba contra las cuerdas, ya no lucía cómodo y la victoria que parecía segura se ponía en duda.

La sangre se nos fue a los talones cuando desde la cabina del VAR llamaron al juez central para la revisión de un posible penal que le abría la puerta a Jamaica para el empate.

Por largos tres minutos, esa revisión -hoy ya conocemos el audio del VAR- nos colocó en la posibilidad de despedirnos de la Copa, pero menos mal el árbitro se mantuvo en su postura de que no había sanción por la acción de Alan Franco. Respirarmos, con taquicardia, exhalamos de alivio.

Finalmente, Alan Minda selló la victoria con una jugada personal espectacular; corrió a gran velocidad en contragolpe y definió con gran calidad el 3-1.

El marcador, visto friamente, hace parecer que Ecuador ni se despeinó ante Jamaica, pero lo cierto es que terminamos con los pelos de punta.

Ahora, con la derrota de México ante Venezuela, Ecuador se encuentra en una posición donde un empate podría bastar para clasificar. Sin embargo, el conformismo es el enemigo número uno en estas circunstancias.

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Ir a buscar solo el empate contra México es jugar con fuego. La mentalidad ganadora y la agresividad mostrada contra Jamaica deben mantenerse.

La historia del fútbol está llena de ejemplos donde el conformismo llevó a equipos a perder todo en los últimos minutos. Ecuador tiene el talento y la motivación, pero necesita también la ambición.

Una victoria no solo asegurará la clasificación, sino que también fortalecerá el espíritu del equipo para los desafíos venideros. Jugar a empatar contra un equipo tan fuerte como México puede resultar en una catástrofe.

Por eso es crucial que Ecuador mantenga su enfoque y busque los tres puntos, demostrando así que La Tri no solo está viva, sino que está lista para luchar y ganar.

Ecuador tiene una oportunidad dorada para definir su destino en esta Copa América. Es momento de aprovechar el impulso, de no conformarse, y de ir por la victoria.

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