El español quedó cerca de volver a ganar su cuarto título.
El español Rafael Nadal, tres veces campeón del US Open, avanzó la noche de este viernes a la final del último Grand Slam del año, en la que partirá como favorito.
El segundo sembrado del torneo, que disputará el domingo su quinta final en Flushing Meadows, se impuso en sets seguidos al italiano Matteo Berrettini (24) con parciales de 7-6 (8/6), 6-4, 6-1, y buscará su cuarto título ante el ruso Daniil Medvedev (5).
"Es uno de los mejores jugadores más sólidos del circuito, da un paso adelante cada semana", dijo del ruso, a quien derrotó cómodo en la final de Montreal. "Será el rival más difícil" porque "en una final de Grand Slam no puedes esperar otra cosa".
El partido se definió en el tie-break del primer set, que Nadal salvó como solo un tenista con 18 Grand Slams sabe hacer.
Estando 4-0 abajo en el desempate, el mallorquín, conocido por dejar la vida en cada punto, sacó el set y celebró agachándose con el puño cerrado mientras el Arthur Ashe lo ovacionaba de pie.
"El primer set fue un poco frustrante porque tuve muchos break points y tu no quieres estar en un tie-break ante un jugador como Matteo (...) pero sobreviví y al final tuve mi quiebre y ahí el juego cambió, pude jugar más calmado".
En el desempate, "solo traté de enfocarme en el próximo punto" hasta descontar la ventaja y ganar, explicó Nadal.
Berrettini, en quien Nadal ve "un gran futuro por delante", hasta entonces había mostrado su potencial y sobre todo la fuerza de su brazo, con nueve aces.
Sin amenazar nunca el servicio de su rival, que aseguró admira desde niño, salvó seis puntos de quiebre dramáticos en el primer set, en el octavo y décimo game, que llevó al tie-break dramático.
- "Pasión y amor" -
Nadal había advertido ya que la mente estaba a tono, más incluso que su tenis. Y no se equivocó: mientras celebraba el 8-6 decisivo, Berrettini veía escapar su set y el pase a la final, que tal vez solo en ese momento pensó era probable.
Y allí comenzó a ver aquellos tiros y saques poderosos desvanecerse en la malla, capitulando por primera vez su servicio en el séptimo de la segunda manga para el 4-3. Hasta ese momento había salvado nueve 'break points'.
El tercero fue de trámite. El español quebró abriendo y luego en el quinto juego para poner el 4-1 en la pizarra.
Nadal ganó este año el Roland Garros y llegó a la final del Abierto de Australia. Se impuso igualmente en Roma, además de la de Montreal que le ganó Medvedev.
La del domingo será la final número 27 de la carrera de Nadal, de las cuales cuatro fueron en el US Open, con tres victorias y una derrota ante Novak Djokovic en 2011.
Han pasado 14 años desde su primer Grand Slam, el Roland Garros de 2005, y Nadal sigue entre los grandes favoritos del tenis con 33 años.
"Es pasión y amor por lo que haces, es imposible tener una exitosa y larga carrera si no amas lo que haces", expresó.
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