31 jul 2024 , 14:22

Huelga de árbitros ¿Qué papel juega la FEF?

   

La reciente declaración de Miguel Ángel Loor, presidente de la Liga Pro, sobre la posibilidad de que no se juegue la primera fecha de la segunda etapa debido a la paralización de los árbitros, pone de manifiesto una crisis profunda y multifacética en el fútbol ecuatoriano.

La situación no solo revela las tensiones entre los clubes (representados por la Liga Pro) y los árbitros, sino también las complejidades inherentes a la gestión de derechos televisivos y la administración financiera de una liga profesional.

Loor expone con claridad un problema central: la falta de ingresos de los clubes por derechos de televisión y, en consecuencia, la imposibilidad de cumplir con los pagos adeudados a los árbitros.

Este es un punto crucial que parece no ser comprendido por la agremiación de árbitros, presidida por Luis Muentes, quienes han adoptado una postura inflexible, exigiendo el pago total de las deudas antes de reanudar sus labores.

Uno de los factores desencadenantes de esta crisis es la renegociación de los derechos televisivos, que ha resultado en una reducción del 30% en los ingresos esperados.

Esta reducción ha obligado a los clubes a aceptar menores ingresos, lo que impacta directamente en su capacidad de pago.

Es comprensible que los árbitros deseen recibir el pago completo por sus servicios; sin embargo, la negativa a negociar o considerar cualquier tipo de flexibilización en las condiciones muestra una falta de comprensión de la situación financiera actual.

Loor menciona que se ha intentado, sin éxito, sentarse a dialogar con los árbitros para buscar una solución viable. Esta falta de disposición al diálogo y la negociación es perjudicial para todas las partes involucradas y pone en riesgo la continuidad del torneo.

La situación descrita por Loor requiere un enfoque más colaborativo y menos confrontacional. Es crucial que los árbitros entiendan que los clubes no han recibido los ingresos necesarios para cumplir con las deudas y que la Liga Pro está haciendo esfuerzos significativos para solucionar el problema.

La propuesta de pagarles lo mismo que se les paga en la Copa Ecuador es una medida justa que podría ayudar a aliviar la tensión financiera sin desvalorizar su trabajo.

Loor también señala la falta de acción por parte de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que no ha designado árbitros para los próximos partidos y parece no estar tomando un papel activo en la resolución de este conflicto, por el contrario, parece estar detrás de esta decisión.

La FEF, como ente rector del fútbol en el país, debería jugar un papel más proactivo, facilitando el diálogo entre las partes y buscando soluciones que permitan la continuidad del campeonato.

Para nadie es deconocido la pugna que hay entre Loor como presidente de la Liga Pro y Francisco Egas, en la FEF, pero esta guerra de poder no debería afectar el desarrollo del fútbol porque esta industria es frágil y no debería sufrir más de lo que ya ha soportado, al punto de haber llegado a finiquitar un contrato por derechos de TV, que ahora se negoció a la baja.

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